CANBERRA, Australia, 19 nov (Xinhua) -- El tercer turista en una semana murió mientras exploraba la icónica Gran Barrera de Coral en Australia.
El turista, un inglés de 60 a?os de edad, no pudo ser revivido luego de que sus compa?eros buzos lo encontraron inconsciente en el lecho marino.
El hombre realizaba su segunda inmersión del día desde el barco Silver Sonic en las costas de Port Douglas, un popular destino turístico localizado a 1.700 kilómetros al norte de Queensland, capital de Brisbane.
Col McKenzie, director ejecutivo de la Asociación de Turismo en Parques Marítimos, dijo que las personas a bordo del barco y los servicios de emergencia hicieron todo lo que pudieron por salvarle la vida al hombre.
"Lo llevaron de regreso a la superficie y lo subieron a barco en donde le administraron oxígeno y usaron un desfibrilador", dijo McKenzie hoy a la Corporación de Radiodifusión Australiana (ABC).
"Llamaron a los servicios de emergencia, un médico fue trasladado a la plataforma de helicópteros Agincourt y el médico participó en los intentos de resucitación, pero no fueron exitosos".
McKenzie dijo que el Silver Sonic ha funcionado durante 11 a?os y ha llevado a 230.000 buzos al arrecife de coral sin registrar ningún fallecimiento.
"Accidentes como este son una tragedia para los familiares, la tripulación y los pasajeros", dijo.
El miércoles, dos turistas franceses de setenta y tantos a?os sufrieron ataques cardiacos y murieron mientras buceaban con esnórkel en el arrecife en cayo Michaelmas, a 55 kilómetros al este de Port Douglas.
Un cardiólogo dijo que es probable que la medusa irukandji picara a los turistas. Esta medusa, del tama?o de la u?a de un dedo, es una de las criaturas más venenosas del mundo.
Daniel Gschwind, director general del Consejo de la Industria Turística de Queensland, dijo que la secuencia de eventos es increíblemente trágica.
"Pero debemos tener presente que cada a?o, dos millones de personas visitan la Gran Barrera de Coral con operadores comerciales. Es una cifra muy alta", dijo Gschwind a ABC.
"Muchos de ellos, cada vez más, son personas de más edad y como generación son mucho más aventureros, así que terminan en situaciones que implican un riesgo ligeramente mayor que quizás las circunstancias normales en las que viven", dijo.
"Por trágico que esto resulte, tenemos que ponerlo en perspectiva tanto en términos de cifras como de las circunstancias en las que viajamos". se?aló.