La “economía compartida” sólo es un nombre |
Por Wang Yiqing
Beijing,09/01/2018(El Pueblo en Línea)-Quizás no existe un término tan popular y controversial como "economía compartida" para definir la palabra de moda en China durante el 2017. Su trayectoria ha sido muy similar a la primera frase de un cuento de Charles Dickens: "fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempos".
La "economía compartida" ha ganado gran popularidad, no sólo por el capital invertido en sus proyectos, sino también por el respaldo que ha obtenido de las autoridades.
De acuerdo a la información oficial del Centro de Desarrollo de la Economía China , emitida en su informe del 2017, en 2016el volumen comercial de la distribución de la economía alcanzó 3,45 billones de renminbi (532 millones de dólares). Y se espera que mantenga un 40 por ciento de tasa de crecimiento en los próximos a?os. Incluso fue incluida en el Informe de Trabajo del Gobiernodel 2016 y 2017, respectivamente.
Pero la evolución de la "economía compartida" de repente se frenó en el segundo semestre del a?o pasado, incluso si es de forma temporal. De acuerdo a las estadísticas en proceso, en el último a?o hubo 27 nuevasempresas en el negocio, incluyendo siete empresas de bicicletas compartidas, siete empresas de cargadores de energía compartidos, cuatro empresas de ropa y tres empresas de juguetes. Además, tres empresas apostaron por los automóviles compartidos. Además, una tercera parte de las empresas del sector de economía compartida no sobrevivieron menos de un a?o, instando a los medios de comunicación a llamarlo "el crematorio de las nuevas empresas" y generandoun cuestionamiento del modelo actual que dice seguir la llamada economía compartida.
Idealmente, el sentido de compartir en economía debe ser la acción que mejora el concepto económico neoclásico que define una acción económica viable como aquella que no da?a a nadie y ayuda al menos a una persona. En otras palabras, economía compartidasignifica que las personas y las empresas comparten recursos a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones para aumentar la eficiencia de los mismos y reducir los costes de utilización, tanto individuales como sociales.
Pero el modelo de negocio de la economía compartida existente se ha desviado del principio ganar-ganar. No es de extra?ar que muchos se pregunten si su modelo de negocio puede ser conceptualizado como "compartido". Las bicicletas compartidas son un ejemplo de ello. En lugar de utilizar los recursos ociosos del producto bicicleta que ya está dentro de la sociedad, las nuevas empresas de alquiler de bicicletas de “economía compartida” produjeron o adquirieron un enorme número de nuevas bicicletas para insertarlas en las ciudades. Su modelo de negocio se basa en clientes que pagan alquiler por bicicletas que son propiedad de una empresa determinada. Este modelo empresarial debe ser llamado de "arrendamiento" en lugar de “compartido”. Además, ha creado tantos problemas sociales como ventajas ha ofrecido.
Según las estadísticas de la SIC, hasta julio del a?o pasado cerca de 16 millones de bicicletas compartidas estaban en funcionamiento en todo el país, cifra que ha causado muchos problemas urbanos como estacionamiento ilegal e inadecuada disposición de chatarra, debido a la innecesaria cantidad de bicicletas de este tipo que pululan en las ciudades.
Muchos reportajes de prensa testimonian que cientos de miles de bicicletas compartidas desechadas se amontonan en suburbios llamados "cementerios de bicicletas compartidas".
Aunque muchas de las grandes ciudades han ordenado a las empresas que detengan el ingreso de nuevas bicicletas compartidas, se ha ignorado la advertencia y el reglamento con el interés de competir con sus rivales y tratar de obtener una mayor cuota de mercado.
La supuesta economía compartidaque debía activar los recursos inactivos para aumentar la eficiencia, lo que provocó fue el caos social y un tremendo despilfarro de recursos. Sus esfuerzos económicos difícilmente pueden ser descritos como “economía compartida”, valor que supone mejorar aún más el bienestar social. El balance de su gestión no ha sido más que asumirun segmento económico competitivoen función de monopolizar el mercado tanto como sea posible.
Peor aún: las empresas de alquiler de bicicletas compartidas pueden apropiarse ilícitamente de los depósitos de sus clientes. En septiembre del 2017, la empresa Kuqi –con presencia en más de 10 ciudades chinas- se embolsó varios cientos de millones de renmimbi de los depósitos de sus clientes, siendo bloqueados unilateralmente en línea y fuera de línea. Este tipo de escándalos socavan el desarrollo de la economía compartida.
Sin embargo, a pesar de que la economía compartida enfrenta grandes desafíos, todavía tiene un gran potencial para convertirse en un exitoso modelo de negocio ganar-ganar. De hecho, el caos actual ofrece una gran oportunidad para reorganizar el sector y regenerar sus acciones en económicamente beneficiosas para todos los que siguen este modelo de negocios. Sólo asumiendo un correcto patrón, aliado con el desarrollo sostenible de la economía,se podrá compartir en la sociedadlos beneficios correspondientes de esta actividad.