BEIJING, 24 oct (Xinhua) -- Las cortinas se bajan en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, pero China está subiendo más que nunca.
Hace cerca de una semana, Xi Jinping anunció la nueva era: China se ha levantado, enriquecido y fortalecido. Se moverá hacia el centro del escenario y hará mayores contribuciones para la humanidad.
En 2050, dos siglos después de la Guerra del Opio, que hundió al "Imperio del Medio" en un periodo de da?o y vergüenza, China está lista para volver a ganar su fuerza y ascender a la cima mundial.
El Partido Comunista de China, el partido gobernante que ha dirigido China a impresionantes logros, concluyó el martes su XIX Congreso Nacional con llamadas a la confianza, las aspiraciones y a la acción.
El bastón de mando será pasado al nuevo liderazgo. El partido ha ganado una nueva adición a su ideología de guía: el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva época.
Xi indicó que el objetivo consiste en transformar China en un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso.
Pese a que supondrá un trabajo inmenso, la imagen es clara: China está preparada para convertirse en la mayor economía del mundo, y los ingresos serán altos con un eficiente sistema de asistencia social, un gobierno que responde y sirve a su gente, políticas limpias que garantizan los derechos de las personas y un país bello amado por su ciudadanía.
El milagro del desarrollo de China se origina del socialismo, no de otros "ismos". El país alcanza su éxito sin copiar estrictamente las ideas originales del socialismo científico, sino que las adapta a la realidad china. El pensamiento de Xi Jinping será la ideología distintiva de China y el nuevo comunismo.
El método de China ha tenido éxito, tanto política como económicamente, y seguirá sirviendo al futuro del país. A pesar de las sospechas y los ataques que ha generado, ha beneficiado al resto del mundo en el comercio, la inversión y la paz internacional.
Al cierre de 2016, había 13 países cuya población superaba los 100 millones. Diez de ellos son países en vías de desarrollo. El éxito de China prueba que el socialismo puede prevalecer y servir como ejemplo para otros países en desarrollo para materializar la modernización.
China ahora es suficientemente fuerte, tiene la voluntad, y la capacidad de hacer mayores contribuciones para la humanidad. El nuevo orden global no puede estar dominado solamente por el capitalismo y Occidente, y llegará el momento para un cambio.
En la nueva era, China necesita abordar la nueva contradicción que existe entre la creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e insuficiente. China tendrá que demostrar que sobrevivirá a la trampa de ingresos medios.
Mientras China resuelve sus propios problemas mediante el aumento de su peso económico, fomentando su habilidad tecnológica, promoviendo su desarrollo ecológico y continuando abriéndose, el mundo solo se beneficia.
El sue?o chino es el del desarrollo de la nación, no el de la hegemonía. Una China fuerte solo tendrá efectos positivos.
Aquellos que esperan la caída de China serán decepcionados. Se?alar con el dedo y cuestionar la legitimidad del camino chino no sirve para nada. Es hora de entender la ruta de China, porque parece que continuará triunfando.