Candidato derrotado en Brasil convoca a ser oposición vigorosa

Actualizado a las 06/11/2014 - 09:00

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El senador y candidato derrotado Aecio Neves, del Partido Social Demócrata Brasile?o (PSDB), convocó hoy a un pacto para trabajar por una oposición "con nuevo vigor y victoriosa", recibiendo apoyo de los partidos que integran el bloque opositor.

En un discurso ante representantes de partidos opositores tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, Neves dijo que será "incansable" en la lucha contra la corrupción.

"Con la misma determinación con la que me preparé para encarar la candidatura, me preparé para hacer oposición. La oposición brasile?a hoy no necesita de un líder, ella tiene viva en el alma de millones de brasile?os la esencia de la indignación", dijo.

Neves fue derrotado por Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones generales en Brasil por un estrecho margen de 51,6 contra 48,4 por ciento, con una fuerte movilización de sectores conservadores.

El senador socialdemócrata afirmó que actuará en los próximos cuatro a?os de forma "intransigente" por los intereses de los brasile?os.

"Estamos sellando un pacto de construcción de una oposición con nuevo vigor y victoriosa, ya que pasamos la elección diciendo la verdad sobre una nueva construcción política ética", aseguró.

Sobre las declaraciones de Rousseff, quien tras obtener la reelección llamó a un diálogo de todas las fuerzas políticas, Neves lo condicionó al contenido de las propuestas del gobierno y las investigaciones sobre denuncias de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

"Cualquier diálogo estará condicionado al envío de propuestas de interés de los brasile?os, y cualquier diálogo tiene que estar vinculado a la profundización de las investigaciones de aquel que puede ser el mayor escándalo de la historia de este país, el llamado 'petrolao'", enfatizó Neves.

El PSDB tendrá la tercera mayor bancada de la Cámara de Diputados, con 54 legisladores, mientras que en el Senado tendrá 10 representantes, dos menos que los 12 actuales.

El nuevo Congreso, que asumirá el 1 de enero, representará un gran desafío para el segundo mandato de Rousseff, con un importante crecimiento de sectores opositores, que podrían obtener la presidencia de la Cámara de Diputados.