La actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el opositor socialdemócrata Aécio Neves, quienes se disputarán la Presidencia en la segunda vuelta electoral del 26 de octubre, se acusaron hoy en un debate televisivo de encubrir casos de corrupción en sus partidos.
Rousseff y Neves se vieron las caras este jueves por segunda vez en un debate retransmitido por el canal SBT para todo el país, dos días después de lanzarse duros ataques en otro debate televisado sobre el desvío de recursos públicos.
El caso de financiación irregular de partidos que envuelve a la petrolera estatal Petrobras fue nuevamente el centro de los ataques de Neves, candidato por el opositor Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB, derecha), quien pidió responsabilidades a la jefa de Estado por las denuncias de corrupción.
"Yo quería saber ?de quién es la responsabilidad por tanto desvío de recursos públicos que no para nunca?", preguntó el senador socialdemócrata a Rousseff, quien aspira a la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT).
Rousseff respondió que los escándalos han surgido precisamente porque la Policía, bajo su mando, está investigando las denuncias, y resaltó su compromiso en "investigar y castigar" a los responsables.
Tras ser acusada por Neves de ser "tolerante" con las irregularidades e "incompetente para cuidar de la mayor empresa del país", la presidenta de Brasil contraatacó acusando el opositor PSDB de otros escándalos de corrupción.
"Brasil por primera vez está teniendo un combate sistemático a la corrupción", dijo, a la vez que citó varios escándalos de corrupción que salpicaron al PSDB y que nunca fueron juzgados.
Según la presidenta, los responsables por esas irregularidades "están todos sueltos" porque el Gobierno de entonces no quiso investigarlos.
Los dos candidatos se acusaron de nepotismo por haber dado empleo en sus gobiernos a familiares.
Mientras Rousseff acusó a Neves de haber dado trabajo a parientes cuando era gobernador de Minas Gerais (sureste), especialmente la hermana del hoy candidato a la Presidencia, este respondió colocando a un hermano de Rousseff en el punto de mira:
"Mi hermana trabaja mucho y no recibe nada. Su hermano recibe y no trabaja nada", afirmó Neves, al explicar que su hermana trabajó como voluntaria en el Gobierno regional sin recibir dinero a cambio, mientras que acusó al hermano de Rousseff de haber sido contratado por un aliado de la presidenta y de recibir por ello un salario sin trabajar.
En un debate de bajo nivel político en el que apenas se escucharon propuestas y los ataques personales acabaron siendo recurrentes, Neves buscó siempre el ataque directo a la gestión del PT, quien actualmente lleva 12 a?os en el poder (ocho con Lula y cuatro con Rousseff).
Mientras, la jefa de Estado buscó poner de relieve siempre las mejoras sociales y económicas que hubo durante el Gobierno de su partido en comparación con los ocho a?os del PSDB con Fernando Henrique Cardoso (1994-2002).
En términos económicos, Neves dijo que la inflación está fuera de control, algo que Rousseff negó.
"Hay un intento de imaginar una situación fuera de control, como pasó durante el Mundial de fútbol", dijo la presidenta, aunque admitió que la grave sequía que vive la región del sur y sureste y el precio de los alimentos, provocado también por la sequía, son graves desafíos para hacer frente a la inflación.
El candidato socialdemócrata acusó el Gobierno del PT de "haber fracasado en lal gestión del Estado" y de haber convertido el país "en un cementerio de obras inacabadas, con los índices sociales empeorados" y un aumento de la "criminalidad" y "un descontrol de las fronteras", por donde "entra la droga que mata a los jóvenes brasile?os".
Rousseff acusó el PSDB de gobernar "sólo para las élites", y dijo que "el pueblo hoy tiene alternativas que nunca tuvo antes", con "una vida mejor".
Pese a reconocer que la crisis internacional "afecta a la economía brasile?a", destacó que su gobierno logró, durante el periodo de turbulencias financieras en el mundo, "garantizar el empleo y la renta".
Asimismo, pidió el voto para "garantizar a todos los brasile?os educación de calidad, salud de calidad y mantener esta trayectoria de distribución de renta que mejora la vida del brasile?o".
Tras el debate en SBT, los dos aspirantes volverán a medirse el domingo en otro organizado por la televisión Record, y en un último en el canal Globo, el de mayor audiencia del país, el 24 de octubre, dos días antes de las elecciones.
En dos sondeos divulgados la víspera, los dos candidatos están empatados técnicamente, con una ligera ventaja para Neves (51 por ciento) sobre Rousseff (49 por ciento), aunque con un margen de error de dos puntos, lo que los iguala en intención de votos.
En la primera vuelta, la mandataria fue la más votada con el 41,59 por ciento de los votos, seguido del 33,55 por ciento de Neves.