BEIJING, 28 mar (Xinhua) -- La tarea de recortar el exceso de capacidad productiva en el sector siderúrgico de China sigue siendo ardua, ya que el repentino y fugaz repunte de los precios que experimenta podría hacer que las acerías aumenten su producción en busca de ganancias y agravar el exceso de oferta, opinaron asistentes a una reunión gubernamental.
El exceso de capacidad en la industria del acero no se ha revertido de forma fundamental, y el reciente repunte de los precios podría causar vulnerabilidades, según un comunicado publicado luego de una reunión celebrada el lunes por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y otros departamentos económicos y de planificación del gobierno.
Recientemente las acerías chinas han disfrutado de jugosos beneficios gracias a que los especuladores se han lanzado a derrochar después de que el gobierno prometiera aumentar los gastos en la construcción de infraestructuras. Los observadores del mercado, no obstante, han advertido que es improbable que la disparada de los precios sea sostenible.
China se ha impuesto el objetivo de reducir su capacidad de producción de acero en cerca de 50 millones de toneladas y la de carbón en al menos 150 millones de toneladas en 2017, un componente clave de la reforma estructural por el lado de la oferta.
La prohibición a la comercialización de productos de acero de baja calidad y el cierre de "empresas zombis", aquellas con exceso de capacidad, constitiyen prioridades de la campa?a, subraya el comunicado.
Debido a obstáculos como el desempleo y las deudas, la campa?a no se puede completar de una sola vez, sino que requiere de elasticidad, tacto e innovación, agrega el documento.
El a?o pasado, China eliminó más de 65 millones de toneladas en capacidad de producción de acero y más de 290 millones de toneladas en producción de carbón, en ambos casos superando las metas anuales establecidas por el gobierno antes de lo programado.
Gracias, en parte, a estos esfuerzos, el crecimiento económico en general del país ha mostrado se?ales de establización desde la segunda mitad de 2016, con indicadores como los precios de fábrica y los beneficios industriales registrando mejoras significativas.