Wu Jianmin
Por Zhang Haizhou
Beijing,20/06/2016 (El Pueblo en Línea) -Estuve en Vietnam el viernes y tuve la oportunidad de conocer a un alto diplomático filipino. Hablando de cómo China y las Filipinas deben mejorar sus relaciones con la llegada del nuevo presidente Rodrigo Duterte, el diplomático filipino sugirió invitar a un diplomático chino prominente y de mente abierta para dar una conferencia en Manila a finales de este a?o.
"?Quién crees que sería la persona adecuada?" Le pregunté.
"El embajador Wu Jianmin", respondió el filipino, sin ninguna duda. "Es un diplomático verdaderamente respetuoso por su excepcional trabajo, decencia y visión global. Estoy seguro de que será recibido".
Luego me pidió que si podía ayudar. Acepté la petición y dije que contactaría con el embajador chino en Francia, de 77 a?os, cuando regresara a la oficina el lunes.
Pero el sábado por la ma?ana llegó la trágica noticia que Wu había fallecido esa ma?ana en un accidente de coche en Wuhan, provincia de Hubei. Iba de camino a dar una conferencia en la Universidad de Wuhan para compartir su punto de vista sobre la situación internacional actual.
Quedé devastado porque he sido un gran seguidor desde hace mucho tiempo de los pensamientos y punto de vista de Wu. Su repentina muerte es una gran pérdida para la diplomacia de China y para las relaciones internacionales.
En China, Wu era conocido como una "paloma" acérrima, que defendió siempre sus ideas con medios pacíficos y diplomáticos, como el diálogo, para resolver las diferencias entre países, en lugar de recurrir a formas duras, como “lucir músculo”.
Wu argumentó que "quien recurra a la guerra caerá en la actual era de la paz y el desarrollo".
Participó incluso en un reciente debate intenso con el general Luo Yuan, investigador de la Academia de Ciencias Militares del Ejército de Liberación delPueblo Chino. Luo es un sólido defensor de la diplomacia de mano dura.
Wu recibió un ataque feroz de Luo por sus opiniones y punto de vista. Algunos ultranacionalistas, entre ellos muchos internautas chinos, incluso lo etiquetaron de "traidor" del país.
Pero yo diría que los comentarios de Wu deberían ser apreciados en un mundo que sufre una desaceleración de la globalización.
La globalización, un proceso de integración internacional que derivada del intercambio de visiones del mundo, productos, ideas y otros aspectos de la cultura, comenzó a finales de la década de los a?os 60 y principios de los 70.
Nunca ha sido perfecta y algunos incluso afirman que el proceso ha traído consecuencias negativas al mundo, como la propagación del terrorismo internacional.
Pero la globalización ha sido una respuesta creativa de la humanidad en la gobernanza global después de dos guerras mundiales. Ha traído a la comunidad internacional un nivel sin precedentes de interdependencia, haciendo más difícil y costoso para los países declarar la guerra contra otra nación, especialmente para las grandes potencias.
Recientemente he leído History of the First World War, del famoso historiador militar británico B.H. Liddell Hart, y muestra cómo el surgimiento del nacionalismo y a veces ultra nacionalismo, provocó una escalada militar entre las potencias europeas y la I Guerra Mundial de 1914-18.
Pero por desgracia, recientemente hemos visto se?ales de una caída de la globalización y el ascenso del nacionalismo. La campa?a electoral de Donald Trump para la presidencia de EE.UU y el próximo referéndum de Reino Unido para su permanencia o salida de la Unión Europea son dos ejemplos muy claros de ello.
Veterano diplomático cuya carrera comenzó en 1959, Wu fue un hombre cuya experiencia de vida lo convirtió en un sólido oponente del nacionalismo.
Wu era defensor de la comunicación e integración, que son necesarias para la China de hoy, cuando el entorno internacional, especialmente en nuestros alrededores, es que cada vez más complicado.
Sorprendido por su repentina muerte, publiqué en mi cuenta de WeChat, algo que raramente hago, mi pesar por tan triste pérdida: "el embajador Wu fue uno de los pocos diplomáticos chinos con verdadera visión global, en un momento de caída de la globalización y ascenso del nacionalismo. Ojalá que (su muerte) no fuese real”.
Momentos más tarde, recibí agradecido un comentario de otro experto chino en relaciones internacionales que solía criticar duramente a Wu por su postura “suave”.
"Mi homenaje al embajador Wu. China necesita tener voces diferentes”, dijo.
De hecho. Un experto duro o suave, nacionalista o globalista, no importa cual sea, siempre debe recomendar la comunicación como herramienta clave.
Y cuando la globalización se encuentra con un obstáculo, las mentes brillantes del mundo deben discutir para encontrar formas para volver al camino correcto.
Me gustaría que la trágica muerte del embajador Wu sirva para crear más debates y discusiones con la “mente fría”.
Wu será recordado siempre por sus pensamientos y valentía.