Por Zhong Sheng, Diario del Pueblo
Las declaraciones de Estados Unidos son contrarias a los hechos. ?Intenta el país monopolizar la situación con sus palabras? Estados Unidos sigue un camino contrario a las normas básicas de las relaciones internacionales y es un país intrusivo. ?Tendrá credibilidad en el ámbito internacional? La respuesta por supuesto es “no”.
Beijing, 15/04/2016(Pueblo en Línea)-El 14 de abril, el gobierno chino publicó el “Historial de Derechos Humanos de Estados Unidos en 2015” y “Violaciones de los Derechos Humanos de Estados Unidos en 2015”. Estados Unidos siempre han estado dispuesto a comentar sobre los asuntos de derechos humanos en otros países, pero nunca ha examinado objetivamente esta cuestión en su territorio. Los documentos publicados por China sirven como espejo para que EE.UU se vea reflejado.
El historial de derechos humanos muestra que EE.UU se enfrenta a un importante desafío en el ámbito de los derechos humanos: el manejo de las armas en el país está fuera de control. Unas 13.136 personas han muerto debido a incidentes con armas; policías violentos ha asesinado a 965 personas debido al abuso de poder; la política familiar y la política económica son muy populares; más de 560.000 personas en el país no tienen hogar; la relación entre los diferentes grupos étnicos se encuentra en su peor periodo de los últimos 20 a?os, donde un 61% de los estadounidenses piensa que la relación entre diferentes razas es mala, el 88% de los afroamericanos cree que existe injusticia policial y el 68% de los afroamericanos cree que existe discriminación racial en el sistema judicial; un 23% de las universitarias en el país ha sido víctima de acoso o abuso sexual; los bombardeos de las tropas estadounidenses en Irak y Siria han matado a miles de civiles......
La debilidad obvia de Estados Unidos en los asuntos de derechos humanos no sólo es palpable en la forma de tratar problemas crónicos, sino también en su actitud arrogante. Por un lado, EE.UU muestra un preocupante historial de violación de derechos civiles, políticos, económicos, sociales, de discriminación racial, a mujeres y ni?os, además de otros aspectos inquietantes que se han cuestionado tanto en el propio país como en el extranjero.
Por otro lado, Estados Unidos ha llevado a cabo una diplomacia de los derechos humanos "exaltada" y ha expuesto su naturaleza hipócrita desde principios de los a?os 70 del siglo pasado, cuando el Departamento de Estado comenzó a presentar anualmente ante el Congreso un informe sobre derechos humanos con el que se interfiere en los asuntos de derechos humanos de otros países. Su reclamo de país ?modelo? ha puesto la atención mundial sobre sus propios problemas.
La gente suspira al ver el claro contraste en las cuestiones de derechos humanos entre los "dos Estados Unidos", donde queda claro que el país persigue sus propios intereses. El jefe del Comité del Consejo de la Federación Rusa para Asuntos Internacionales, Konstantin Kosachev, ha se?alado que los derechos humanos se han convertido en una herramienta diplomática de Estados Unidos, una herramienta para poner presión sobre países por diversas razones que no se pueden entender. Si la actitud de Estados Unidos hacia ciertos países es positiva, desde el punto de vista del informe del Departamento de Estado, EE.UU no tendrá problemas de derechos humanos en el país. Mientras tanto, para hacer más "conveniente" el uso de la herramienta diplomática de los derechos humanos, EE.UU. se mantiene en silencio sobre sus propios asuntos de derechos humanos, y promociona en la esfera internacional su "modelo de los derechos humanos" . Todo esto se ha convertido en la "necesidad lógica" de Washington.
Las declaraciones de Estados Unidos son contrarias a los hechos. ?Intenta el país monopolizar la situación con sus palabras? Estados Unidos sigue un camino contrario a las normas básicas de las relaciones internacionales y es un país intrusivo. ?Tendrá credibilidad en el ámbito internacional? La respuesta por supuesto es “no”. En los últimos a?os, las críticas de la comunidad internacional hacia la naturaleza hipócrita de la diplomacia de Estados Unidos en asuntos de derechos humanos no han parado de surgir. Holtermann, experto en política internacional de la Universidad Humboldt de Alemania y Alessio Bruni, miembro del Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, opinan que en la política internacional, Estados Unidos se enfrenta a un punto de inflexión, y necesita reflexionar sobre su propia política de derechos humanos y hacer un cambio práctico en muchos sentidos.
La dificultad de la comprensión mutua no se encuentra en mirar los problemas de la otra parte, sino en los de uno mismo.Si el gobierno de Estados Unidos, con su propia opinión sobre el asunto de los derechos humanos, quiere ser elegible para dirigir las reglas del juego, debe en primer lugar enfrentarse sus propios problemas en este ámbito proponiendo iniciativas tangibles para el pueblo de Estados Unidos.