Más de una década ha transcurrido desde que sectores opositores venezolanos pretendieron derrocar al fallecido líder Hugo Chávez a finales de 2002 mediante un paro petrolero que paralizó por 63 días la principal industria y motor de la economía de la nación suramericana.
A propósito de conmemorarse hoy martes el 12 aniversario del complot derechista, autoridades gubernamentales y expertos en la materia, recordaron el hecho y coincidieron en afirmar que representó uno de los mayores fracasos de la derecha nacional en los 15 a?os de Revolución Bolivariana.
En este sentido, el jefe de Gobierno del Distrito Capital, Ernesto Villegas, en entrevista a la estatal Venezolana de Televisión, recordó que este 2 de diciembre inició el sabotaje petrolero que se extendió hasta febrero de 2003 con el objetivo de "clavar una pu?alada en la yugular a la economía venezolana".
El también vicepresidente de Comunicación, Propaganda y Agitación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), recapituló cómo sectores extremistas de la derecha llevaron a la paralización obligada de las exportaciones de crudo de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) que condujo a la suspensión de envíos desde Caracas a sus compradores.
"Ese paro petrolero es el padre de la actual situación en el campo de la guerra económica y el sabotaje que se vive en el país (...) Esos que protagonizaron ese paro son los mismos que todavía hoy intentan acabar con la estabilidad en el país", se?aló Villegas.
Al respecto se refirió a un artículo publicado el pasado fin de semana por el secretario general del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien denunció que un sector radical de la derecha nacional creó un "costoso laboratorio de guerra sucia que opera desde el exterior y en Venezuela contra determinados partidos y dirigentes de la oposición".
Villegas manifestó además que los autores de esas conspiraciones son los mismos también que actualmente celebran la caída internacional de los precios del petróleo, en una "búsqueda desesperada" por atentar contra la paz y el progreso de la nación suramericana.
"Mediante la estrategia de desabastecer el mercado interno y la exportación de crudo, buscaban generar desabastecimiento de los alimentos, crisis hospitalaria, el estallido social y la quiebra del Estado. Fue un paso más de los grupos conservadores para desestabilizar la democracia del país, después del golpe de Estado en abril de 2002 contra el gobierno elegido constitucionalmente del comandante Hugo Chávez", explicó.
Por su parte, el economista y analista experto en la materia, Fernando Travieso, el origen de los planes golpistas comenzó cuando Chávez aprobó 49 instrumentos legales, vía Habilitante, en el a?o 2001.
Entre éstos se encontraba la Ley Orgánica de Hidrocarburos, a través de la cual Venezuela comenzó el impulso de una justa distribución de la renta petrolera para el pueblo, después de 40 a?os de estar al servicio de las transnacionales extranjeras, con la anuencia de los gobiernos de los partidos derechista Acción Democrática y el Socialcristiano (Copei).
"Esa ley, en conjunto con la Constitución del 99, en sus artículos 302 y 303, no sólo garantiza el control del Estado sobre el sector petróleo y gas, sino que además prohíbe la privatización de PDVSA", explicó Travieso en declaraciones difundidas hoy por el diario Correo del Orinoco.
De acuerdo con el analista, el ideal del mundo de las transnacionales petroleras es que el sector no se rija por una ley, sino por el mercado, de ahí que la nueva normativa causó, a su juicio, "un choque de intereses".
Asimismo detalló que las empresas foráneas situadas en la Faja del Orinoco también tuvieron que asimilar un incremento en las regalías y pagar en vez del 1 por ciento contemplado en los contratos anteriores, el 30 por ciento decretado por la nueva legislación.
"El paro fue el intento de reapropiación por parte de las transnacionales de lo que ellos ya consideraban como suyo. Ellos tenían todo un plan estructurado que iba avanzando paso a paso", aseveró Travieso.
Luego de 63 días en los que el pueblo padeció largas colas para el abastecimiento de gasolina y a sólo 32 semanas del golpe de Estado de abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez, una vez más el liderazgo del dirigente político logró derrotar los intentos desestabilizadores de la oposición.
Sin embargo, el impacto negativo sobre la economía fue histórico, acotó Travieso, quien detalló que las pérdidas fueron calculadas en 20.000 millones de dólares, además del da?o causado a los activos de la industria petrolera perceptibles hasta el día de hoy.
Este sabotaje petrolero fue la causa también de la contracción de 9,2 por ciento del Producto Interno Bruto, la caída de la actividad comercial en 27,7 por ciento, pérdidas de PDVSA por 2.598 millardos de dólares en crudo no exportado, 267 millardos de dólares por ventas internas no realizadas y 841 millardos de dólares por importación de combustible, según datos del Banco Central de Venezuela.
Tras este hecho, la actividad comercial comenzó a reactivarse y la recuperación de PDVSA por parte de la Revolución Bolivariana fue útil para reorientar el papel de la industria desde la concepción de soberanía y manejo del recurso en beneficio del pueblo, sostuvo el analista.
Asimismo reafirmó que el interés de esos sectores de la derecha al servicio de las grandes transnacionales por PDVSA no quedó en el pasado, por el contrario, "el control de las reservas sigue en la mira, ese es el elemento central del conflicto".
Actualmente, precisó Travieso, la petrolera estatal venezolana cuenta con 298.350 millones de barriles en reserva, la más grande del mundo y es reconocida como la quinta empresa más sólida del orbe, de acuerdo con Petroleum Intelligence Weekly, órgano informativo especializado que desde hace 50 a?os analiza el mercado global de la industria del crudo y el gas.
De un total de 50 compa?ías internacionales, la estatal venezolana logró alcanzar esta posición, sólo superada por Saudi Aramco de Arabia Saudita; la iraní NIOC y ExxonMobil de Estados Unidos.
De acuerdo con una nota de prensa publicada el pasado 26 de noviembre en el portal web de PDVSA, el estudio tiene en consideración varios criterios como reservas, producción, refinación y ventas.
"Esta clasificación reconoce los resultados de la política de Plena Soberanía Petrolera del Gobierno Bolivariano de Venezuela, que incluye la certificación de las reservas en la Faja Petrolífera del Orinoco "Hugo Chávez Frías", el mayor reservorio de petróleo del mundo; así como la materialización del Plan Siembra Petrolera, que plantea el desarrollo operacional y financiero de la empresa, manteniendo en constante crecimiento el aporte de beneficios para el pueblo venezolano", resaltó el texto.