BERLIN, 16 nov (Xinhua) -- La canciller alemana Angela Merkel aclaró hoy su política sobre refugiados durante una visita a la ciudad de Chemnitz, en el este de Alemania, sitio considerado como el centro de varias protestas xenófobas ocurridas hace meses.
En un diálogo en el ayuntamiento con residentes locales, en un ambiente no muy amigable, Merkel exhortó a los asistentes a rechazar "el odio y las mentiras" y defendió su política de bienvenida que ha permitido el ingreso a Alemania de más de un millón de solicitantes de asilo desde el 2015.
Merkel dijo que aunque fue objeto de duras críticas, logró llegar a un acuerdo con Turquía para detener la afluencia de migrantes y por lo tanto "logró mucho" durante la crisis.
La canciller admitió que es necesario hacer más para integrar a los migrantes y se?aló que quienes han cometido delitos deben ser castigados.
Sobre el tema del pacto de la ONU para regular el trato a los migrantes, Merkel dijo que su opinión con frecuencia ha sido distorsionada por los opositores, que el apoyo de Alemania a este acuerdo proviene de su propio interés y agregó que el pacto disuadiría a los migrantes indocumentados de los países africanos.
"Lo que no podemos hacer es permitir que quienes propagan el odio y la incitación establezcan nuestra agenda cotidiana", dijo Merkel.
Mientras Merkel se ocupaba de disipar dudas, cientos de manifestantes se reunieron y marcharon en Chemnitz gritando consignas como "?Merkel debe irse!"
La ciudad registró hace tres meses una serie de disturbios luego de que un alemán fue apu?alado por dos migrantes. Algunos activistas y extremistas de extrema derecha se reunieron en la ciudad en donde ocurrieron varios ataques xenófobos.
La visita de Merkel fue esperada durante mucho tiempo y la alcaldesa de Chemnitz, Barbara Ludwig, dijo que se produce "demasiado tarde".
Pero Merkel explicó que el momento de la visita tuvo la intención de no polarizar la situación.