MEXICO, 20 nov (Xinhua) -- Después de dos décadas de estrechar lazos, China y América Latina atraviesan por una sólida relación que podrá potenciarse en la medida en la que se superen retos de su agenda económica, dijeron expertos consultados por Xinhua.
En concreto, el gran desafío de los países latinoamericanos es integrar valor agregado y tecnología propios en la relación económica que han ido cimentando con el gigante asiático desde hace dos décadas, expuso el coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la UNAM, Enrique Dussel Peters.
La relación entre ambas partes, explicó, tomó impulso por un intercambio comercial, pero en la última década se ha complementado con una creciente dinámica en inversiones chinas y en los últimos tres a?os con más proyectos de infraestructura del país asiático en la región.
Esos proyectos e inversiones del gigante asiático, enfatizó, podrán detonar más las economías nacionales y la relación si los países de la región dan valor agregado a sus productos.
El presidente chino, Xi Jinping, realiza del 17 al 23 de noviembre visitas de Estado a Ecuador, Perú y Chile, y participó los días 19 y 20 en la Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebró en Lima, la capital peruana.
Es su tercera gira por la región desde que asumió la presidencia de China en 2013, pues ese mismo a?o viajó a México, Costa Rica y Trinidad y Tobago, y después en 2014 regresó para visitar Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba.
A juicio de la profesora investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de México, Alicia Puyana, la relación que ha llevado al gigante asiático a convertirse desde 2003 en el segundo socio comercial de la región, desbancando a Alemania y Japón, es sólida.
"Para muchos países, China es un gran proveedor de importaciones y un gran mercado de destino de las exportaciones. Desde ese punto de vista la relación está bien", apuntó la economista.
No consideró preocupante para el intercambio comercial y las inversiones chinas los recientes cambios políticos en países relevantes dentro de la relación, como Brasil y Argentina, que tienen en China a su primer y segundo socio comercial, respectivamente.
"China ni (esos) países le dan contenido político a las relaciones comerciales", explicó la doctora en Economía por la Universidad de Oxford (Reino Unido).
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) consideró en un estudio de este a?o que América Latina está llamada a convertirse en una región prioritaria para China, lo que quedó demostrado, subrayó, con la gira del primer ministro chino, Li Keqiang, a cuatro países de esa zona en 2015.
El análisis recoge que, según proyecciones del gobierno chino divulgadas en 2015, las inversiones entre el país asiático y la región latinoamericana rondarán los 250.000 millones de dólares para 2025.
De acuerdo con otro estudio publicado este a?o por la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China), las exportaciones de la región a la segunda potencia económica crecieron a un ritmo anual del 24 por ciento entre 2001 y 2014, en su gran mayoría de materias primas.
No obstante, Dussel Peters manifestó que las dos partes requieren "de una agenda de aprendizaje, de integración, de transferencia tecnológica, que hoy por hoy es muy débil".
"Hay que aprender, ser autocríticos y tratar de mejorar con base en una agenda de desarrollo, no en una agenda de que más es mejor y menos es peor", afirmó el coordinador del centro perteneciente a la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El comercio no ha sido, en cualquier caso, el único rubro de la relación que ha crecido desde la década de los noventa del siglo pasado, pues China ha incrementado su presencia en América Latina también en los ámbitos de la ciencia y tecnología, cultura, academia, y política, según la Red ALC-China.
Como muestra, en este 2016 se desarrolla el "A?o de Intercambio Cultural China-América Latina y el Caribe" con cientos de actividades de alto nivel en 30 países para difundir las culturas de ambas partes entre su población.