BEIJING, 17 oct (Xinhua) -- La pasión del presidente de China, Xi Jinping, por el fútbol no es un secreto y su colección de camisetas sería la envidia de los más aficionados al balompié.
Cuando el príncipe William visitó China el pasado marzo para transmitir la invitación de la reina Isabel II a Xi para que visitase Reino Unido, los dos charlaron alegremente y compartieron su pasión por el fútbol.
El mandatario chino expresó su deseo de que China aprendiese de los países que mejor juegan al fútbol del mundo, Reino Unido entre ellos. La Superliga de Fútbol de China firmó un acuerdo de cooperación con la Premier de la Asociación de Fútbol del Reino Unido en 2013.
El príncipe William mostró su esperanza de ver más jugadores chinos en la Premier.
Pese a que todavía no se ha hecho público el itinerario del viaje de cinco días de Xi entre el 19 y el 23 de octubre, el príncipe William no es la única persona con la que el presidente chino charlará sobre fútbol durante su estancia.
COLECCIONISTA DE RECUERDOS FUTBOLíSTICOS
David Beckham es el otro de los amigos británicos destacados de Xi en este deporte. Xi se reunió con la estrella británica por primera vez en febrero de 2012, durante un partido de baloncesto entre los ángeles Lakers y Phoenix Suns, cuando Xi era vicepresidente del país. Beckham le regaló una camiseta del LA Galaxy con su firma.
El obsequio fue una de las primeras grandes piezas en el tesoro escondido de Xi de recuerdos futbolísticos.
Otro regalo precioso es un jersey del equipo nacional de Inglaterra firmado por todos sus miembros, que le fue entregado por el primer ministro británico, David Cameron, durante su visita a China en diciembre de 2013.
Además, Xi hospedó al famoso futbolista checo, Pavel Nedved, en septiembre y conversó con el portero legendario holandés, Edwin Van der Sar, en 2014.
En julio del a?o pasado, Xi recibió una camiseta con el número 10 del equipo nacional argentino con su nombre impreso en el reverso, reemplazando al de Lionel Messi. En 2009, a Xi le regalaron un jersey con el número 10 del Bayer Leverkusen cuando visitó Alemania.
El presidente chino incluso ha pisado el césped. Durante su estancia en Irlanda en 2012, Xi fue captado por un fotógrafo cuando golpeó un balón en el campo. El mandatario chino colocó la foto en el estante de su oficina, una instantánea que se pudo apreciar en la televisión cuando pronunció el discurso de A?o Nuevo el último día de 2013.
"Mostró algunas habilidades admirables para su primera vez en lo que que es......un césped muy sagrado para nosotros", indicó el portavoz de la Asociación Atlética Gaélica, Alan Milton, tras la visita de Xi.
CéSPED NACIONAL
A pesar de sus actividades internacionales, el fútbol chino es lo que más le preocupa.
Xi fue rápido al enumerar sus tres deseos durante una conversación en 2011 con Sohn Hak-kyu, líder de la principal formación opositora Partido Democrático de Corea del Sur, quien le regaló una camiseta de fútbol firmada por el jugador surcoreano, Park Ji-Sung.
"Clasificarnos para otro Mundial, organizar un Mundial y ganar un Mundial", subrayó.
Mientras que China todavía no ha alcanzado estos objetivos, la última y única vez que China se clasificó para la fase final de la Copa Mundial de la FIFA fue en 2002, Xi continúa decidido a que el país alcance la grandeza en este deporte.
Durante una visita el a?o pasado a Alemania, Xi visitó al equipo junior chino que se estaba entrenando en Berlín. Un jugador le preguntó qué equipo tenía la mejor posibilidad y Xi contestó: "Creo que vuestra generación tiene grandes posibilidades".
El nivel del fútbol de China es relativamente bajo, pero el país asiático cuenta con una gran población de seguidores y un potencial mercado de fútbol. Después de ganar muchas medallas de oro en otros deportes en los Juegos Olímpicos de Beijing, China está determinada a elevar su nivel futbolístico, si bien puede tomar mucho tiempo, indicó Xi durante un discurso pronunciado en la farmacéutica Bayer en 2009.
AFRONTANDO CUESTIONES
El 27 de febrero de este a?o, el Grupo Dirigente Central para la Profundización Integral de la Reforma, dirigido por Xi Jinping, aprobó un "Plan general para la reforma del fútbol de China", que pretende impulsar todos los aspectos del deporte, desde los campos de juego a los estadios.
El plan se?aló que los defectos institucionales que obstaculizaban el desarrollo del balompié debían ser afrontados.
El proyecto pide el aumento de la participación pública en el deporte y un entretenimiento diversificado, incluyendo campus y clubes profesionales, con el fin de desarrollar a los jugadores jóvenes y perfeccionar sus habilidades. El fútbol en las escuelas también se convertirá en una parte importante en el sistema educativo de China.
Más jóvenes chinos están jugando al fútbol. El acceso a través de la televisión a las mejores ligas del mundo, como la Premier en Reino Unido; la llegada a China de más futbolistas y entrenadores de fama internacional, junto al buen desempe?o de los clubes chinos, como Guangzhou Evergrande Taobao, ayudarán a que en China se preste más atención al fútbol.
A comienzos de este mes, China fue derrotada por Qatar por 0:1 en las eliminatorias asiáticas de la Copa Mundial FIFA 2018, limitando mucho la posibilidad para la clasificación.
La derrota fue devastadora para los aficionados chinos.
"Durante la época de paz, los deportes son un símbolo de la gente persiguiendo el progreso", explicó el vicepresidente del Instituto Chino de Estudios Internacionales, Ruan Zongze, quien agregó que "es necesario que China juegue mejor al fútbol, ya que el país ha logrado grandes avances en muchos otros campos".
La influencia del deporte en la política viene de lejos, subrayó Ruan.
"Uno de los casos más clásicos fue el de la 'diplomacia del tenis de mesa', que impulsó la restauración de las relaciones sinoestadounidenses en los a?os 70", indicó el experto
"En la nueva era de la diplomacia diversificada, se cree que el fútbol lo hace más fácil al aumentar la familiaridad entre los países", indicó Ruan.