Las instalaciones de una industria uruguaya que supo abastecer de carne al mundo en la última parte del siglo XIX y la primera del XX fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La alegría por esa distinción es visible entre los habitantes y las autoridades de Fray Bentos, una localidad recostada sobre el río Uruguay que se desarrolló impulsada por el frigorífico Anglo.
Su cierre concretado a finales de la década de 1970 ensombreció a esa localidad de 20.000 habitantes que en la época de las guerras mundiales del siglo pasado fue conocida como "la cocina" del mundo.
La declaración de la Unesco, oficializada el domingo pasado, abre una nueva perspectiva para los fraybentinos hoy abocados a la producción forestal y que apuestan en un futuro al turismo.
EXTRACTO DE CARNE
Aunque nunca conoció Fray Bentos (307 kilómetros al noroeste de Montevideo), el químico alemán Justus Von Liebig marcó el destino de esa ciudad ribere?a al crear el extracto de carne enlatado, conocido en inglés como "corned beef".
Liebig se asoció con el ingeniero alemán George Giebert, quien se radicó en Uruguay, para producir el extracto de carne desde 1865.
Con su puerto de ultramar, el desarrollo de la "Liebig's Extract of Meat Limited" fue tal que fue una de las primeras industrias en Sudamérica en contar con energía eléctrica.
Golpeada por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, la compa?ía terminó siendo comprada por la empresa Anglo, de capitales ingleses.
El establecimiento lideró la tecnología de la industria frigorífica y abasteció a las tropas aliadas en la II Guerra Mundial, mientras el "corned beef" pasó a integrar la dieta de todas las clases sociales en Inglaterra, por ejemplo.
Durante una visita a Uruguay, el Príncipe Carlos comentó: "Recuerdo haber comido corned beef hasta que me salió por las orejas".
En su época de auge, el Frigorífico Anglo llegó a elaborar unas 100 especialidades de conservas empleando a más de 3.500 trabajadores.
Según los registros, en una jornada la planta faenaba 1.600 vacunos y 6.400 corderos.
Por esos tiempos un dicho rezaba que en el Anglo "lo único que se desperdicia es el mugido del vacuno".
La época de bonanza llevó a la elaboración de otros subproductos enlatados que le daban el mote de "la cocina del mundo".
Los tiempos cambiaron y el declive se afianzó para el Anglo que cerró a fines de 1960, pasando a propiedad del Estado que decidió poner fin a su producción en 1979.
Una década después de su cierre, en 1989, la parte central del frigorífico fue declarada "Monumento Histórico Nacional", convirtiéndose una parte en museo y el resto en un Parque Industrial Municipal donde funcionan peque?as empresas.
PRESENTE Y FUTURO
El Paisaje Industrial Fray Bentos, incorporado a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, abarca 275 hectáreas.
Incluyen la imponente arquitectura del frigorífico Liebig's-Anglo, sus instalaciones industriales, los muelles sobre el río Uruguay, el matadero, las áreas dedicadas al pastoreo, las residencias de jefes y obreros y sus lugares de esparcimiento.
"Este sitio es un ejemplo excepcional de la evolución de la estructura social y económica de los siglos XIX y XX en Uruguay y la región", se?ala la intendencia del departamento de Río Negro, cuya capital es Fray Bentos.
Ese paisaje es "resultante de la integración y del aporte cultural de inmigrantes de más de 55 nacionalidades que llegaron a trabajar allí", agrega.
Para la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, la declaración de la Unesco es "muy importante para el posicionamiento del lugar", por lo que llamó a "construir el producto turístico".
En esa línea, el intendente electo de Río Negro, Oscar Terzaghi, aseguró que se trata de "un motor" para promover el sector turístico.
Según estimaciones de Unesco, Fray Bentos podría aumentar en un 40 por ciento la presencia de turistas internacionales.