Pekín,09/12/2014(El Pueblo en Línea)-China no utilizará a los presos ejecutados como donantes de órganos a partir del 1 de enero de 2015, según anunció un funcionario el miércoles.
El viceministro de Sanidad, Huang Jiefu, confirmó que para esa fecha los hospitales que cuenten con licencia de trasplantes solo podrán emplear órganos donados voluntariamente y de acuerdo con una nueva regulación para su uso.
China es un país con muy pocas donaciones de órganos, en parte porque su tradición funeraria recomienda enterrar los cadáveres intactos o la incineración. Por ello, más de 300.000 pacientes figuran en las listas de espera cada a?o, y finalmente solo uno de cada 30 recibe un trasplante. Tal y como reconoció en su día Huang Jiefu, que fue viceministro de Salud, el 54 por ciento de los trasplantes que se practicaron en China en 2013 se efectuó con órganos de reos ejecutados. Aunque la cifra seguía siendo altísima, suponía una reducción con respecto al a?o anterior, cuando los condenados a muerte aportaron el 64 por ciento de los órganos trasplantados.
Debido a las reticencias a la entrega de órganos en China, que se deben a la creencia budista en la reencarnación, la ratio de donantes es solo de 0,6 por cada millón de habitantes, mientras que en países europeos llega a 37. Como consecuencia, el número de estas operaciones quirúrgicas es relativamente bajo: 10.000 en 169 hospitales autorizados.
Gracias a los programas de concienciación puestos en marcha por las autoridades chinas, este a?o ya ha habido 1.600 donantes voluntarios, lo que ha dado lugar a 7.800 trasplantes. Aunque dicha cifra supera la suma de los cuatro a?os anteriores, es ínfima si se tiene en cuenta que la población del país supera los 1.360 millones de personas.
Las donaciones entre personas vivas están prohibidas desde 2007 salvo en casos de cosanguineidad y familia adoptiva En consecuencia, el tráfico ilegal de órganos se ha disparado. Las donaciones entre personas vivas están prohibidas desde 2007 salvo en casos de cosanguineidad y familia adoptiva. Con todo, el mercado ilegal de trasplantes es un problema de difícil solución.
"Este caso va a permanecer arraigado en la sociedad china durante mucho tiempo porque la demanda es enorme", indicó Huang.
"Mientras exista un abismo entre oferta y demanda, no va a desaparecer, pero el Gobierno va a intentar evitarlo", a?adió.
Sin embargo, Huang ?cirujano entrenado en Australia? reconoció que "el uso de los órganos de prisioneros ejecutados no se corresponde con los estándares éticos aceptados universalmente y siempre ha sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional", de ahí "la necesidad de que el Gobierno se haya comprometido a cambiar, ante su pueblo y ante el mundo, su política de trasplantes".
Para reducir la dependencia de los órganos vitales de los presos, el Gobierno inició en febrero un programa piloto de voluntariados en 25 provincias del país para crear una red de trasplantes nacional que espera consolidar a finales de a?o.
Así, el número de trasplantes ha subido hasta más de 900 durante los primeros siete meses del a?o, frente a los 245 registrados en el mismo periodo de tiempo durante 2011, pero todavía suponen menos de una cuarta parte del número total de órganos que obtiene de los ejecutados, según los datos aportados por viceministro.