Madrid, 28/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Unos 35 millones de desechos orbitan alrededor de la Tierra. Algunos son del tama?o de un grano de arroz y otros, del de una pelota de baloncesto. Algunos de esos entrarán en la atmósfera terrestre y se desintegrarán sin causar problema; pero otros alcanzarán la superficie del planeta y podrían ocasionar da?os. También existe la posibilidad de que esos pedazos, que se desplazan a velocidades de entre 30.000 y 40.000 km/h, colisionen con satélites en uso, o con la Estación Espacial Internacional (EEI), donde viven de forma permanente astronautas; o incluso con futuras misiones tripuladas, y los pongan a todos ellos en peligro, según La Vanguardia.
Por ese motivo, la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) acaban de firmar un acuerdo para instalar dos nuevos telescopios, uno de ellos equipado con un láser, cuya misión será rastrear la órbita geoestacionaria y las órbitas bajas de la Tierra, donde se ubica la EEI y la mayoría de satélites, e identificar, clasificar y predecir el comportamiento de la basura espacial con precisión, e Incluso desplazarla para que deje de ser un peligro.
Estas nuevas infraestructuras serán dos telescopios, uno de menor tama?o, dedicado a rastrear el cielo en busca de esta basura y otro equipado con un láser que hará un seguimiento más preciso.
“El láser de alta precisión tiene potencia suficiente para iluminar el objeto y hacer un seguimiento de su trayectoria. Lo usaremos como si fuera un radar: enviaremos un haz que rebotará en el objeto en cuestión y leeremos la luz que nos llegue rebotada para poder determinar con precisión la ubicación y trayectoria del objeto”, explica Reyes.
“El objetivo -a?ade- de este sistema de seguimiento, que podría entrar en funcionamiento el próximo a?o, es evitar el impacto de la basura espacial con otras misiones, actuales o futuras”.