RIO DE JANEIRO, 9 sep (Xinhua) -- Los candidatos a la presidencia de Brasil realizaron este domingo el tercer debate televisivo de cara a las elecciones del próximo siete de octubre, en el que defendieron acabar con el odio político e intercambiaron acusaciones más duras que en los dos anteriores debates.
El debate tuvo dos grandes ausentes: el diputado federal Jair Bolsonaro, apu?alado el jueves en un acto en Juiz de Fora (Minas Gerais) y que deberá permanecer ingresado durante los próximos días, y el representante del Partido de los Trabajadores, que aún no ha anunciado el sustituto del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, actualmente preso y a quien la Corte Electoral prohibió competir en las elecciones.
Los participantes en el debate, promovido por la TV Gazeta, el diario O Estado de Sao Paulo y la radio Jovem Pan, fueron Alvaro Dias (Podemos), Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista), Geraldo Alckmin (Partido de la Social Democracia Brasile?a), Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad ), Henrique Meirelles (Movimiento Democrático Brasile?o) y Marina Silva (Rede).
El ataque sufrido por Bolsonaro ocupó buena parte del debate. Los aspirantes a la presidencia condenaron el hecho y desearon la recuperación de su rival, que lidera todas las encuestas con cerca del 22 por ciento de los sufragios, diez puntos más que Marina Silva y Ciro Gomes.
Silva, exministra, recordó casos de violencia en la política, como el ataque a Bolsonaro y el asesinato de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, en marzo de este a?o, y pidió más tolerancia.
La candidata de Rede dijo que entró en la campa?a de este a?o para mostrar otra imagen de la política brasile?a y pidió la unión de las mujeres brasile?as contra la violencia y el odio.
Alvaro Dias admitió que hay una "falta de confianza en la política que campa por el país" y que es fruto de la "corrupción avasalladora".
"Hay aquellos que practican la violencia y aquellos que estimulan la violencia", en alusión a Bolsonaro, y aseguró que acabará con los privilegios que gozan varios sectores, incluso el del mundo de la política, reduciendo el número de diputados federales y senadores.
Geraldo Alckmin prometió luchar contra la corrupción y hacer una reforma política que acabe con los 35 partidos políticos existentes, reduzca los ministerios y el tama?o del Congreso.
También enfatizó su legado como gobernador de Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, en la lucha contra el crimen organizado, y prometió endurecer la legislación contra la delincuencia, así como unificar la inteligencia de los cuerpos de seguridad para luchar contra el crimen en las fronteras del país.
Guilherme Boulos afirmó que quiere acabar con la "fiesta" y "los abusos" de los bancos y que creará "una lista sucia del machismo", en la que cualquier empresa que pague menos a una mujer que a un hombre no podrá lograr créditos con los bancos públicos.
Henrique Meirelles, ministro de Hacienda durante el gobierno del actual gobernante, Michel Temer, y que dejó el cargo para presentarse a la Presidencia, resaltó la creación de dos millones de empleos en los últimos dos a?os, que ayudaron a salir a Brasil de su peor recesión económica, y prometió crear 10 millones de puestos de trabajo, así como invertir en el sector del saneamiento básico en todo el país.
El exministro Ciro Gomes prometió acabar con el límite de los gastos públicos, aprobado por el actual gobierno y también afirmó que creará un sistema único de seguridad pública para poner fin a la violencia, ya que según él, "el estado perdió el control en una lucha que básicamente comandan las facciones criminales que se expandieron por el país".
Además de Bolsonaro, aspirante del Partido Social Liberla (PSL), el gran ausente fue el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), que oficializó la candidatura del expresidente Lula, aunque fue inhabilitada por la Corte Electoral al haber sido condenado en segunda instancia, algo que según la ley brasile?a, impide que una persona se presente a un cargo público de elección popular.
El PT no ha anunciado todavía el sucesor de Lula aunque todo indica que será su vicepresidente en la candidatura, el exministro y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
Las elecciones brasile?as están previstas para el siete de octubre y la posible segunda vuelta para el 28 del mismo mes.