TOKIO, 6 jul (Xinhua) -- Shoko Asahara, el fundador de la secta Aum Shinrikyo, quien fuera sentenciado a muerte por ser el cerebro detrás de los ataques mortales con gas sarín en 1995 en el metro de Tokio y otras conspiraciones que causaron la muerte a 29 personas, fue ejecutado en la horca, informaron hoy fuentes oficiales.
Otros seis miembros, que estuvieron involucrados en los ataques mortales perpetrados por la secta, también fueron ejecutados hoy por orden de la ministra japonesa de Justicia, Yoko Kamikawa.
Después de las ejecuciones, Kamikawa dijo en conferencia de prensa que se hizo un estudio cuidadoso antes de emitir las órdenes de ejecución, y que estaba consciente de que existen diferentes opiniones con respecto al sistema de Japón de pena capital.
La ministra describió a la serie de crímenes cometidos por los miembros de Aum como "sistemáticos, bien planeados y sin precedentes y que aterrorizaron al mundo por su uso de armas químicas", y dijo que la pena de muerte era necesaria para prevenir que ocurran en el futuro otros crímenes tan "atroces" como esos.
La pena de muerte es "inevitable" para crímenes atroces, afirmó. Los documentos de la orden de ejecución fueron sellados el martes, informó la ministra de Justicia.
Asahara, de 63 a?os de edad y cuyo nombre real era Chizuo Matsumoto, fue el primer ahorcado de los 13 miembros de la secta que están en la lista de espera para ser ejecutados, debido al papel que desempe?aron en un gran numero de ataques mortales llevados a cabo por esa secta.
Los otros que están esperando en el pabellón de la muerte son los ex seguidores del líder de la secta, Asahara, quienes llevaron a cabo atentados mortíferos bajo órdenes de su líder espiritual.
Asahara dijo a sus seguidores que él era la encarnación de Shiva, el dios hindú de la destrucción y de la regeneración.
También les dijo que entregaran sus vidas y activos a Shiva y a él mismo mientras vivieran, informaron los fiscales que lo acusaron.
Asahara fue detenido dos meses después del ataque en el sistema de metro, por ser el cerebro detrás del ataque que usó gas nervioso y causó la muerte a 13 personas y heridas graves a más de 6.000.
De acuerdo con el recuento de la policía, el lunes 20 de marzo de 1995, los miembros de la secta lanzaron un ataque químico coordinado contra el metro de Tokio, uno de los más concurridos del mundo, durante la hora pico de la ma?ana.
El líquido sarín fue colocado dentro de bolsas de plástico y cada equipo de ataque envolvió las bolsas en periódico para ocultar la sustancia mortal.
La mayoría de los perpetradores portaba dos paquetes, cada uno con alrededor de 900 mililitros de sarín mortal.
El plan inicial de la secta era liberar el sarín mediante aerosoles para lograr una propagación mayor del gas, pero su plan falló.
Junto con sus paquetes mortales, los equipos de ataque también llevaban sombrillas con puntas afiladas y abordaron los trenes. En sus respectivas estaciones los paquetes fueron dejados caer al piso del tren y los perforaron en repetidas ocasiones con las sombrillas afiladas.
Cada atacante salió del tren y de la estación a toda velocidad y huyó en auto en el que esperaba un cómplice.
El sarín, además de propagarse por los vagones, también se filtró a los andenes de las estaciones y agobió rápidamente a miles. La gente que trataba de ayudar a quienes estaban muriendo por la exposición al agente nervioso también cayeron víctimas puesto que el sarín es conocido por ser el más volátil de los agentes nerviosos.
El grupo también fue el responsable de un ataque anterior con sarín el 27 de junio en 1994, en un estacionamiento cerca del área de Kaichi Heightes, lugar donde vivían varios jueces de Matsumoto, en la prefectura de Nagano, en donde murieron ocho personas y más de 200 resultaron afectadas por el gas.
Aum Shinrikyo se renombró a sí mismo como Aleph en enero de 2000. En 2007 un discípulo de rango superior de la secta y sus seguidores dejaron a Aleph para lanzar un grupo disidente llamado Hikari no Wa (Círculo de Luz del Arco Iris).
Actualmente, cuentan con 1.650 seguidores y activos por un valor de mil millones de yenes (nueve millones de dólares), de acuerdo con la Agencia de Inteligencia de Seguridad Pública que ha estado vigilando a los grupos.
Los grupos, que actualmente están bajo una fuerte vigilancia, no han indemnizado completamente a las víctimas del ataque de hace 23 a?os.