Por Noemí Galbán
LA HABANA, 19 abr (Xinhua) -- A sólo unas horas de cumplir 58 a?os de edad ma?ana viernes 20 de abril, Miguel Díaz-Canel se convirtió hoy en el presidente de Cuba, tras resultar electo con el 99.83 por ciento de los votos emitidos por los 604 diputados presentes que conforman la Asamblea Nacional.
En él recae ahora el compromiso de impulsar las transformaciones políticas y económicas que precisa el país, como parte del proceso de actualización del modelo cubano iniciado por su antecesor Raúl Castro en 2011.
Se convierte además en garante continuador del socialismo, luego de casi 60 a?os de Revolución Cubana, una responsabilidad que le atribuyó el Parlamento en reconocimiento a sus méritos y destacada trayectoria política de casi tres décadas.
En estos a?os ha demostrado "capacidad" y una "sólida firmeza ideológica", como lo calificara con anterioridad el ex presidente Castro.
De porte sereno y confiado, presencia elegante, mirada aguda y carácter reservado, Díaz-Canel es una figura política que surgió en la base y transitó por todos los esca?os correspondientes hasta llegar al cargo que ocupa.
Ingeniero eléctrico graduado en 1982 de la Universidad Central de Las Villas Marta Abreu, el presidente cubano fue dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en su natal provincia Villa Clara, a 290 Kilómetros al oriente de La Habana, y también a nivel nacional.
Posteriormente, fue electo miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y luego de su Buró Político.
Desempe?ó también con éxito el cargo de primer secretario del Comité Provincial del PCC en Villa Clara y Holguín, 735 kilómetros al noreste de La Habana.
En esos difíciles a?os del denominado Periodo Especial, década crítica para la isla tras el derrumbe del campo socialista soviético, Díaz-Canel caló en la población de esos territorios y se convirtió en referente del modelo de dirigente a seguir.
Por esa época resultaba común encontrarse con él montando bicicleta para asistir a las reuniones o a pie, siempre presto a escuchar los problemas de los ciudadanos y a buscarles solución.
Los habitantes de Villa Clara y Holguín aún hoy en día lo recuerdan como un hombre sencillo, competente y cercano al pueblo, con un alto sentido del trabajo colectivo y de exigencia con los subordinados, que predica con el ejemplo en el afán de superarse cotidianamente.
A propuesta de Raúl Castro, en 2009 asumió como ministro de Educación Superior, y tres a?os más tarde como vicepresidente del Consejo de Ministros al frente de las áreas de educación, ciencia, cultura y deporte.
En febrero de 2013, ascendió al cargo de primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, convirtiéndose en el primer dirigente cubano nacido después del triunfo de la Revolución (1959) en alcanzar dicho puesto.
Desde la vicepresidencia mantuvo un discreto perfil, aunque en el último a?o cobró protagonismo con más intervenciones públicas en las que defendió la continuidad del modelo socialista cubano e insistió en promover aún más el diálogo con las nuevas generaciones.
Se mostró también crítico hacia cuestiones sensibles como la corrupción, la burocracia, la manipulación mediática y el rol de los dirigentes del Estado, como figuras claves para interactuar con el pueblo, velar por la eficiencia en las instituciones y ser responsables de la debida implementación de las reformas económicas.
Padre de dos hijos de un primer matrimonio y esposo de la académica en cultura cubana, Liz Cuesta, quien lo acompa?a a muchas de las actividades en las que participa, la presencia de Díaz-Canel se hizo habitual a nivel internacional al asumir compromisos delegados por el ex presidente Raúl Castro.
Su exposición mediática creció en los últimos meses cuando recorrió los territorios que sufrieron el embate del huracán Irma en septiembre de 2017, para supervisar las labores de recuperación.
La ocasión le permitió acercarse y comunicarse con los habitantes de gran parte de la isla e hizo extensiva la admiración que despertó en Villa Clara y Holguín en los a?os cuando dirigió dichas provincias.
Encabezó de igual forma los actos oficiales en dos efemérides destacadas.
Estas dos fechas fueron el 50 aniversario de la muerte de Ernesto "Che" Guevara en octubre pasado, fecha en que pronunció el discurso central, así como el homenaje a Fidel Castro en la Universidad de La Habana, en el primer a?o tras su fallecimiento (noviembre de 2016).
Fueron noticia, además, su participación en reuniones con autoridades educativas y deportivas de la isla, así como los intercambios que sostuvo con estudiantes de la Universidad de las Ciencias Informáticas y de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
Rememorando sus a?os de docente, en esos encuentros Miguel Díaz-Canel lució afable, asequible, sencillo, receptivo y muy atento a los planteamientos de los jóvenes y directivos con quienes compartió.
Esta imagen, que lo ha acompa?ado durante sus tres décadas de carrera política, hizo que emergiera por mérito propio como el sucesor idóneo de Raúl Castro para continuar "la marcha triunfante de la Revolución".
Como él mismo aseguró en marzo último tras ejercer su derecho al voto en las elecciones a diputados de la Asamblea Nacional, "perdurará la tranquilidad, la libertad, la independencia y la soberanía del pueblo. A esas cosas nunca vamos a renunciar".