BEIJING, 14 abr (Xinhua) -- Estados Unidos y sus aliados están acelerando su máquina de guerra una vez más en Medio Oriente con su ataque más reciente en Siria, a pesar del riesgo de tensiones en escalada en la región más amplia.
Esta madrugada, Estados Unidos, junto con Reino Unido y Francia, realizaron "ataques selectivos" contra Siria debido a "un muy alto nivel de confianza" de que el gobierno sirio es responsable del supuesto ataque químico del 7 de abril en Douma, un distrito a las afueras de la capital siria Damasco.
Esta fue la segunda ocasión en que la administración Trump ha atacado Siria por su supuesto uso de armas químicas luego del ataque en que Washington disparó 59 misiles crucero Tomahawk.
Es algo reconocido universalmente que el uso de armas químicas debe ser detenido y castigado. Es igual de importante garantizar que la respuesta de castigo esté basada en evidencia suficiente, creíble y verificable.
Hasta ahora, aquellos que han lanzado misiles sobre Siria no han convencido a la comunidad internacional de que cuentan con evidencia, ni están dispuestos a buscar la verdad.
Siria ha llamado a las acusaciones de Occidente "mentiras inventadas" y pidió a los organismos internacionales, como la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), investigar el supuesto ataque con gas químico.
En la comunidad internacional, Rusia e Irán también han considerado a las acusaciones de Occidente invenciones y una excusa para atacar Siria.
Aunque la ONU reiteradamente ha alertado de que el conflicto sirio no tiene una solución militar, Estados Unidos, junto con algunos de sus aliados, han ignorado al Consejo de Seguridad de la ONU y lanzado de manera unilateral acciones en contra de Siria aún antes de que se realizara una investigación.
Los bombardeos no sólo han debilitado la autoridad de la ONU, sino que también violan los objetivos y los principios de la Carta de la ONU y van en contra de la ley internacional, así como de los principios básicos de las relaciones internacionales.
La crisis siria ha entrado ahora en su octavo a?o, un periodo durante el cual el pueblo sirio ha sufrido enormemente. La exhibición militar sólo complicará la situación en Siria, y es muy probable que aleje aún más cualquier esperanza de un fin pacífico a la guerra civil prolongada a través de medios políticos.
Además, la escalada de tensiones agravará las lucha geopolítica entre las potencias principales en la región y en el mundo en general.
La tarea más urgente ahora es realizar una investigación integral, objetiva e imparcial del supuesto ataque con armas químicas, no mostrar quién tiene el arma más grande.
La ONU debe jugar un papel central en ese esfuerzo y los demás deben ayudar a enfriar la situación lo más pronto posible. De otra forma la crisis siria se volverá un agujero negro que absorberá todo rayo de esperanza para la paz en el país y en Medio Oriente en general.