Por Raúl Menchaca
MATANZAS, Cuba, 19 mar (Xinhua) -- Mildrey Soca y Manuel Martínez siempre quisieron llevar una vida más saludable, por eso este matrimonio cubano conformó poco a poco lo que hoy en día es el Patio Agroecológico La Luz, un singular proyecto ubicado en el municipio de Perico, en la occidental provincia de Matanzas.
Seis a?os tiene el proyecto impulsado con el conocimiento de ambos, veterinaria ella y técnico agrónomo él, y trabajadores de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, un centro de 240 hectáreas dedicadas a la investigación agropecuaria.
La pareja es due?a de una peque?a parcela de un cuarto de hectárea, en la que colocaron un biodigestor con el que a partir de las excretas de puercos, hacen trabajar una cocina de cuatro hornillas, un horno, una olla arrocera y hasta un refrigerador con tecnología especial.
Ese biodigestor, de cuyo modelo vertical sólo hay dos más en la isla, es capaz de aportar 3,5 metros cúbicos de gas, con lo que la familia prepara los alimentos.
Los desechos orgánicos que se generan en la producción de gas, más tarde se emplean en el mejoramiento y fertilización de los suelos en los que cultivan vegetales, frijoles y 14 tipos de frutas tropicales.
El matrimonio tiene al lado de la casa un peque?o orquideario en el que atesoran 137 plantas, casi todas cubanas, además de un apiario del que obtienen miel de la llamada abeja de la tierra, conocida también como melipona.
"Es un proyecto de vida que estamos construyendo entre toda la familia hace aproximadamente seis a?os, porque anteriormente en este pedazo de tierra se utilizaban las prácticas de agricultura tradicional", explicó Soca, de 46 a?os de edad.
La parcela perteneció durante casi 70 a?os a la familia Martínez-Soca, pero sólo ahora es que se transformó la tierra para hacer un entorno más amigable, que además permite la producción de una mayor cantidad de alimentos.
"Durante mucho tiempo formamos parte de la política de extensión como profesionales vinculados al sector agrario y en determinado momento quisimos revertir el proceso", comentó Soca.
Agregó: "Es decir, ser más ejemplos que extensionistas, y se nos dio la posibilidad de transformar el patio".
La veterinaria explicó que la peque?a finca permite la producción de casi el 70 por ciento de los alimentos que consumen los 12 miembros de la familia.
"Producimos todos los vegetales. Producimos una parte importante de la carne, huevos, frutas y frijoles. Producimos maíz y las cifras pueden alcanzar el 70 por ciento de lo que nos comemos en el a?o", aseveró la también doctora en ciencias por la Universidad de Matanzas.
El matrimonio tiene tres hijos, quienes también participan en el proyecto, aunque ninguno de ellos piensa dedicarse a la agricultura como oficio.
"Estamos seguros que no van a ser agricultores, porque tienen otros propósitos, quieren estudiar otras carreras, pero están comprometidos con la agroecología", apuntó la pareja.
"Están conscientes de que hace falta producir alimentos sanos y forman parte del proyecto, ayudan, trabajan", agregó.
Unidos en la vida y el empe?o, ambos investigadores de la Estación Experimental tienen el orgullo de que su Patio Agroecológico sea una referencia nacional.
Está avalado por el Ministerio de la Agricultura, que trata de promover entre el campesinado de la isla el uso de técnicas ecológicas y la defensa del medio ambiente.
"Yo siento que vivo mejor que antes. No solamente por lo que me puedo comer desde el punto de vista de mejor calidad, sino porque hemos conseguido construir lo que nosotros queríamos", dijo Soca con orgullo.
El Patio Agroecológico La Luz es un proyecto que alumbra el futuro del campo cubano, necesitado con urgencia de ampliar la producción de alimentos y hacer aún más sana la vida de las personas.