La ?escalera? de La Pasiega, de más de 64.000 a?os - P. Saura
Madrid, 23/02/2018(El Pueblo en Línea) - Una mano en negativo, unas concentraciones de color alargadas y pseudo-circulares, y un signo lineal que forma una especie de escalera en las paredes de la roca. Estos trazos toscos y primitivos creados con ocre son, según una asombrosa investigación publicada en la revista ?Science?, las muestras de arte rupestre más antiguas del mundo. Han sido encontradas en tres cuevas espa?olas -La Pasiega en Cantabria, Maltravieso en Cáceres y Ardales en Málaga- y tienen al menos 64.000 a?os, por lo que no pueden ser atribuidas al Homo sapiens, la especie a la que todos pertenecemos. Sus verdaderos autores, dicen los investigadores, deben ser por fuerza neandertales, nuestros primos inteligentes, que en esa época eran los únicos que habitaban Europa. Todavía faltaban 20.000 a?os para que llegáramos nosotros, según ABC.
?No hay duda, no pueden ser otros?, asegura Marcos García, profesor de la Universidad Isabel I de Burgos y miembro del equipo internacional que ha datado las pinturas. Los hallazgos suponen la primera evidencia clara de que esos homínidos extintos dejaron su huella voluntaria en las paredes y sugiere, una vez más, que lejos de ser unas bestias torpes y estúpidas, eran unos seres sofisticados que poseían una capacidad cognitiva, simbólica y artística similar a la nuestra.
Los investigadores, dirigidos por la Universidad de Southampton (Inglaterra) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig, Alemania), utilizaron una técnica de vanguardia llamada Uranio-Torio para datar la calcita situada justo por encima y por debajo de las pinturas, lo que indica su antigüedad mínima o máxima. El método de radiocarbono tuvo que ser descartado, ya que no llega más allá de los 40.000 a?os y solo puede emplearse con materias orgánicas. Precisamente, hasta ahora las reclamaciones de un posible origen neandertal del arte rupestre se habían visto obstaculizadas por la imprecisión de la datación y atribuido enteramente a humanos anatómicamente modernos. Esta posibilidad incluso llegó a contemplarse en Altamira, el templo del arte rupestre por excelencia.