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Bolivia registra más de 75.000 damnificados por lluvias, riadas e inundaciones

Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 18 feb (Xinhua) -- Las intensas lluvias, riadas e inundaciones en Bolivia dejaron este a?o más de 75.000 personas afectadas, ocho muertos, miles de viviendas destruidas, cultivos y ganado perdidos, informó hoy el gobierno boliviano.

El viceministro de Defensa Civil, Carlos Bru, en conferencia de prensa realizada en La Paz, explicó que prácticamente los nueve departamentos bolivianos reportaron damnificados, pero en seis está el mayor número de afectados como consecuencia de las riadas.

"Por el momento ocho muertos y más de 15.900 afectados, y si tomamos un promedio de cinco miembros por familia, pasamos a 75.000 personas afectadas. Los nueve departamentos están en alerta amarilla y naranja, mientras que los municipios cuantifican los da?os económicos y materiales causados por las riadas y las inundaciones", declaró la autoridad.

Además, informó que hasta el momento de este a?o se registraron ocho muertos, cinco de los cuales se produjeron en las inundaciones del municipio cochabambino de Tiquipaya, hecho al que calificó de "el desastre mayor".

Según el viceministro, la declaratoria de emergencia autoriza a los municipios y gobernaciones a realizar las modificaciones presupuestarias que sean necesarias para disponer recursos económicos para atender los desastres.

El gobierno declaró el 7 de febrero estado de emergencia en Bolivia por las intensas lluvias que provocaron inundaciones, pérdidas de cultivos, destrozos de viviendas, muerte de personas y animales, destrucción de vías camineras y puentes.

Por su lado, el estatal Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología (Senamhi) informó que las intensas precipitaciones que se registran en Bolivia están relacionadas con el fenómeno de La Ni?a. Esta alteración se da por el descenso de la temperatura del océano Pacífico y se estima que durará hasta abril.

El ministro de Defensa, Javier Zabaleta, en declaraciones a los periodistas este domingo, reportó que La Paz (oeste), Beni (noreste), Chuquisaca (sur), Cochabamba (centro), Potosí (sudoeste) y Tarija (sur) son los departamentos más golpeados por las intensas precipitaciones.

Pidió a los pobladores que viven en las riberas de los ríos que estén en máxima precaución para evitar la pérdida de más vidas humanas.

Además, agregó que hay otros 83 municipios declarados en alerta naranja y 64 en alerta amarilla, mientras que 33 municipios de Potosí, Beni, Chuquisaca y Cochabamba han sido declarados en situación de emergencia y 20, como zona de desastre.

Defensa Civil reportó el desborde de los ríos Desaguadero y Lauca, con afectaciones a unas 400 familias en Oruro.

En la zona de Los Yungas en La Paz hubo un golpe fuerte de agua que se llevó parte de la plataforma de la carretera e hizo colapsar varios puentes comunales y provocó deslizamientos de tierras que dejaron a cuatro personas atrapadas, que luego fueron rescatadas por efectivos de bomberos.

Un contingente de búsqueda y rescate de la Armada Boliviana evacuó este fin de semana a una veintena de turistas y pobladores que se encontraban atrapados en el lugar por la crecida de las aguas del río del mismo nombre que se desbordó, afectando a unas 200 familias de al menos 10 comunidades.

El gobierno evalúa el impacto económico de los desastres en varios municipios del país, con el fin de asignar nuevos recursos para el periodo de reconstrucción de viviendas, infraestructura vial y otros, para lo que el Tesoro General del Estado (TGE) dispone de 90 millones de bolivianos (12,9 millones de dólares).

Zabaleta informó que lluvias, desbordes de ríos e inundaciones provocaron la pérdida de miles de hectáreas de cultivos y la pérdida de animales como ganado y aves domésticas.

Frente al duro revés productivo y económico, la dirigencia de los productores planteó al gobierno, el viernes, políticas públicas de auxilio a los municipios productivos declarados en emergencia, crear un fondo de reactivación a los agricultores que han perdido sus cultivos e implementar un programa de reprogramación de deudas con industrias, proveedores de insumos agrícolas y operadores de intermediación del sistema financiero nacional.