Por Omar Mendoza
SANTIAGO, 18 nov (Xinhua) -- En un escenario complejo, con un nuevo sistema electoral y el riesgo real de que la abstención sea la protagonista de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales de 2017, el desafío es claro para las fuerzas progresistas de Chile, según estimó Juan Carvajal, miembro de la campa?a presidencial de uno de los ocho candidatos.
Carvajal es miembro del comando presidencial del candidato Alejandro Guillier, de Fuerza de la Mayoría, que agrupa a los partidos de centro izquierda, el cual deberá enfrentar este 19 de noviembre en la primera vuelta electoral de los comicios a los partidos de derecha.
Este domingo en Chile, la ciudadanía elige a parlamentarios, consejeros regionales y a los candidatos presidenciales que probablemente pasan a la segunda vuelta presidencial.
"No es cualquier elección porque la diferencia entre los votantes jóvenes de los llamados 'sectores del barrio alto', y las comunas populares, es inmensa: en los barrios altos votan el 80 por ciento; los de abajo el 30 por ciento, de los que pueden hacerlo", precisó Carvajal.
Dijo que "las mujeres de entre 30 a 55 a?os, en su mayoría jefas de hogar de sectores medios y bajos, que han luchado por una red de protección social, reconocen en la presidenta Michelle Bachelet su principal gestora, pero no han tomado la determinación de ir a votar. Y si lo hicieran, su candidato más cercano es Alejandro Guillier".
"Lo que está en juego en el país, es mucho más de lo que parece", dijo Guillier el sábado en un concurrido acto frente al Palacio de La Moneda, donde concluyó su campa?a electoral, y este domingo será la elección donde enfrentará al expresidente Sebastián Pi?era en la primera vuelta de los comicios.
El candidato oficialista prometió "convocar a todos los que se identifican con un programa de gobierno que profundiza las reformas de Bachelet", refiriéndose a las reformas que aplicó la mandataria desde 2014: Reforma Tributaria, Educativa, Laboral, Política y Social e incluye una nueva Constitución para reemplazar la actual que fue elaborada por el régimen militar en 1980.
Insistió en que "la gente tiene que saber lo que está en juego en Chile con las elecciones presidenciales y parlamentarias de este domingo y es mucho más de lo que parece".
Precisó que "tenemos que ser claros en cuál es nuestra propuesta. En ese sentido, (voy a hacer) una convocatoria amplia a todos los sectores que se sienten identificados con nuestro programa de gobierno que profundiza las reformas, pero también iniciar otros caminos".
Dijo que "si Pi?era gana la primera vuelta de los comicios este domingo y la elección definitiva del 17 de diciembre, derogaría las reformas Educativa, Tributaria, Laboral y el proyecto de una nueva Constitución, que fueron impulsadas por la presidenta Michelle Bachelet".
"En la próxima elección está en juego el futuro del país", según Eugenio Rivera Urrutia, experto internacional y director de la Fundación Chile 21.
"Enfrentamos un problema de legitimidad de instituciones del sistema político, expresado en la demanda de una nueva Constitución, donde el sistema presidencial está en cuestión. También están cuestionadas instituciones que inciden decisivamente en la legitimidad de nuestra democracia y del sistema político", a?adió.
Mencionó al sistema de capitalización individual, como eje estructural del sistema de pensiones y mecanismo fundamental de financiamiento barato para las grandes empresas del país, el cual permitiría que las empresas se enriquezcan cada día más, mientras que las pensiones cada vez son menores y ya no alcanzan para vivir.
Actualmente, hay fuertes protestas en el país pidiendo que el Estado se haga cargo de las pensiones. Este problema lo va a heredar el gobierno que asuma el próximo 11 de marzo de 2018 e implica una renegociación del uso y de la distribución de las utilidades de los fondos de pensiones de todos los chilenos.
Además, está en juego también el futuro del sistema privado de salud, lo cual también deberá enfrentar la nueva administración.
Según Urrutia, el nuevo gobierno "deberá definir si esos temas seguirán en manos de las organizaciones empresariales o si será hegemonizado por fuerzas políticas del centro que apuesten a la democratización del modelo político y económico de Chile, fortaleciendo a los sectores medios".
En lo que se refiere al ámbito productivo, la interrogante es si el nuevo gobierno mantendrá la explotación de recursos naturales, con bajo valor agregado y poco intensivo en conocimiento, favoreciendo a las empresas extranjeras, en especial, las que explotan el cobre y el litio.
Además, está la distribución funcional del ingreso, que hasta ahora ha permitido un fuerte proceso de concentración en los sectores más ricos.
En las elecciones también estará en juego si el modelo económico se adaptará a los requerimientos de los sectores más vulnerables y los sectores medios, si se avanzará en una mayor igualdad o si se mantendrá un sistema que favorece al 1 por ciento de la población, que concentra el 32 por ciento del ingreso nacional y que se expresa una inmensa desigualdad en el país.
El empresariado ha reconocido la importancia de las próximas elecciones y su presidente, Alfredo Moreno, dijo que "en las elecciones, es esencial que el tópico principal sea el crecimiento económico y que se defina si el país seguirá avanzando o si se estancará".
Urrutia resumió la probable actitud del empresariado tras las elecciones: "No ampliar e incluso retrotraer los niveles alcanzados de gratuidad en educación superior, modificar a su favor la reforma tributaria que subió la carga tributaria y retornar al modelo económico que privilegia una economía basada en la mera explotación de recursos naturales y donde las empresas apenas invierten en ciencia y tecnología".