RIO DE JANEIRO, 13 sep (Xinhua) -- El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), prestó hoy declaración en Curitiba (sur) ante el juez federal Sergio Moro debido a un nuevo caso de corrupción que involucra al ex mandatario.
Se trata de la segunda vez que Lula presta declaración ante Moro.
En esta ocasión, el ex presidente brasile?o está imputado por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de haber cobrado sobornos del grupo Odebrecht a través de su ex ministro de Hacienda, Antonio Palocci, quien actualmente está preso.
Los sobornos, que rondarían los 13 millones de reales (4,2 millones de dólares), se habrían destinado a la construcción de la nueva sede del Instituto Lula y la compra de un ático vecino a la residencia particular de Lula en Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo.
La llegada del ex jefe de Estado al tribunal de Curitiba estuvo rodeada de un gran esquema de seguridad, además de manifestaciones de partidarios y detractores del ex mandatario.
Militantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y del Partido de los Trabajadores (PT) favorables al ex presidente realizaron un cordón de aislamiento para recibir a Lula.
Cerca de 300 personas vestidas de rojo se ubicaron en las proximidades de la sede de la Justicia Federal de Paraná, en Curitiba, a unas dos cuadras del lugar, para expresar su respaldo al ex mandatario.
Asimismo, los manifestantes contrarios a Lula prepararon un acto frente al museo Oscar Niemeyer, a unos dos kilómetros de la sede de Justicia.
Según el secretario de Seguridad, Wagner Mesquita, no se registraron disturbios o enfrentamientos entre los dos bandos de manifestantes.
El ex presidente ha sido denunciado nueve veces, y enfrenta cinco procesos, la mayoría relacionados con la red de corrupción en la estatal Petrobras.
Además, enfrenta una condena por corrupción pasiva y lavado de dinero en relación a la compra de un departamento en Guarujá, Sao Paulo, dictada por el propio juez Moro.
Lula fue condenado por Moro a nueve a?os y medio de prisión, aunque la decisión debe ser confirmada en segunda instancia.
De ser ratificada la sentencia de Lula, el ex jefe de Estado no podría presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, como ya ha dicho que pretende.