BEIJING, 28 abr (Xinhua) -- Las autoridades chinas hicieron pública el jueves la información sobre 22 sospechosos de corrupción que han huido al extranjero, incluido su posible paradero.
Los datos publicados incluyen el nombre, sexo, número de documento de identidad, antiguo cargo, presunto delito, fecha de llegada al país en cuestión y número del documento de viaje de cada sospechoso, según un comunicado de la oficina encargada de la repatriación de fugitivos y la recuperación de activos, dependiente del grupo de coordinación anticorrupción central.
Los detalles sobre la ubicación de los fugitivos precisan hasta las calles en las que se cree que residen.
De los 22 sospechosos, se cree que una decena vive en Estados Unidos, cinco en Canadá, cuatro en Nueva Zelanda, uno en San Cristóbal y Nieves y uno en Reino Unido.
Es la primera vez que las autoridades anticorrupción de China han emitido una nota dando información tan detallada sobre los fugitivos en el exterior, se?aló Gao Bo, funcionario de la Comisión Central para Control Disciplinario del Partido Comunista de China. "Los 22 sospechosos figuran entre los 100 más buscados de la notificación roja de Interpol".
Hasta el 31 de marzo, los 365 sospechosos de delitos relacionados con cargos como la malversación y el soborno, huyeron al extranjero y otros 581 se encontraban en paradero desconocido.
Algunos de los fugados han cambiado sus identidades tras la publicación de la notificación roja del Interpol. Algunos tienen dificultades para decidir si se entregan o no, y otros continúan escapando a la justicia, según un informe de la oficina.
Las informaciones publicadas se basan en los avisos de los miembros públicos y en la cooperación con otras autoridades. Al recibir avisos, los departamentos pertinentes se encargan de garantizar los derechos e intereses de los informadores. Se publicarán más informaciones sobre más fugitivos en el momento apropiado.
"Esperamos que los chinos en el ultramar, los ciudadanos extranjeros de origen chino y los amigos internacionales ofrezcan su ayuda para identificar a estos fugados y que no tengan lugar donde esconderse", indica el comunicado.
El público puede ofrecer información a las autoridades chinas a través de la página web: http://www.12388.gov.cn/ztzz/.
Los países involucrados deben respetar las convenciones internacionales y cooperar en la ejecución de la ley. Además, tienen que apoyar la campa?a anticorrupción de China, y no amparar los fugitivos ni permitirles transferir sus activos obtenidos ilegalmente.
"China respeta las leyes de otros países y está preparada para cooperar con ellos. Exigimos a los países que no busquen sus propios intereses económicos y emitan pasaportes y visados a través de programas de inmigración de inversión cuando los solicitantes son sospechosos de corrupción", apunta el documento. "Los pasaportes y visados ya emitidos deben ser eliminados lo antes posible", agrega.
El comunicado también ofrece indulgencia a los fugados que vuelvan voluntariamente a China para rendirse y confesar sus delitos.
La nota demuestra claramente que China rechaza tolerar la corrupción y expresa la aspiración de cooperar con las agencias judiciales extranjeras.
Las autoridades desean que con la difusión de la información recaben más apoyo de los medios de comunicación, la policía y los residentes locales que desconocieran los antecedentes de los sospechosos, se?aló Wang Wenhua, vicedecano de la escuela de derecho de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing.
La campa?a para buscar a los funcionarios corruptos desde los "tigres", servidores públicos de alto rango, hasta las "moscas", de nivel bajo, a través de las operaciones de "Red de Cielo" y "Caza de Zorro" en el extranjero se ha intensificado en los últimos cinco a?os. La iniciativa ha ajustado aún más la red y ahora mismo son casi nulas las oportunidades para escapar de ella.
Hasta el 31 de marzo, China había detenido a 2.873 fugados en más de 90 países y regiones y recuperado 8.990 millones de yuanes (130 millones de dólares), de los que 476 fueron exfuncionarios y unos 40 figuraban en la lista de notificación roja de Interpol.