Por José Aguiar
CARACAS, 20 mar (Xinhua) -- En medio de la agitada situación diplomática que atraviesa Suramérica, con Venezuela en el centro, se aproxima la transición de la presidencia temporal de la Unasur, que será ejercida por Argentina desde el próximo 16 de abril.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), creada en 2008, incluye a 12 países miembros, los cuales la asumieron como una instancia para lograr entrelazar las políticas de cooperación entre Latinoamérica y el Caribe.
Desde abril de 2016 es presidida por Caracas, cuyo gobierno de izquierda dirige Nicolás Maduro, a quien le ha tocado sortear con una aguda crisis política, económica y social que no ha podido resolver a pesar de haber instalado un diálogo con la oposición local.
La rotación de la presidencia del organismo regional, de una administración de izquierda a una de derecha, considerando que Argentina es gobernada por el conservador Mauricio Macri, abre la posibilidad de un estancamiento respecto al avance progresista a través de este mecanismo.
En una entrevista con Xinhua, el analista político venezolano Alberto Aranguibel opinó que el objetivo de los factores de derecha con Buenos Aires al frente de la Unasur, es "restituir el neoliberalismo en Latinoamérica".
Sostuvo que eso se evidenció tras la llegada, mediante un "golpe de Estado pasivo", de Michel Temer a la presidencia de Brasil, quien, en conjunto con Macri, emprendió una "campa?a de demérito" contra Venezuela, respecto a su gestión al frente del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Para Aranguibel, la estrategia que utilizan los sectores del conservadurismo regional consiste en asfixiar, en principio, los canales vinculantes diplomáticos, empezando por la Unasur.
A?adió que "la derecha latinoamericana necesita avanzar hacia instancias de poder", por lo cual se plantea como elemento primordial la confrontación con quienes trabajan "por la integración hemisférica".
"Hay que tomar en cuenta que el organismo cuenta con una función y unos principios establecidos, donde prepondera la cooperación mutua y la integración", subrayó el analista.
Para el experto, lo que ha generado la trascendencia del organismo en el hemisferio es su capacidad de crear puentes y canales que han facilitado los acuerdos y acompa?amiento entre los países que lo componen.
En tanto, el analista internacional Kenneth Ramírez dijo a Xinhua que "la Unasur se encuentra estancada por la falta de pluralidad en las visiones de Latinoamérica y el Caribe".
A su juicio, eso es resultado de estar la Unión de Naciones Suramericanas "bajo la tutela" de Caracas, cuya administración "ha quedado reducida al cuestionamiento internacional".
Recordó, además, que "debe nombrarse un nuevo secretario general que permita convocar a los jefes de Estado -quienes no se reúnen desde 2014- para acordar una nueva hoja de ruta y recuperar su rol constructivo en la región".
Esa función fue desempe?ada por el expresidente de Colombia, Ernesto Samper (1994-1998), entre los a?os 2014 y 2017.
La fase de selección del nuevo secretario general está en proceso, según informó durante una reunión de ministros de Exteriores, en Caracas, la canciller venezolana Delcy Rodríguez.
"La Unasur no presenta ningún vacío administrativo, y continúa el desarrollo del debate, en su seno, de los principales temas de la región", dijo Rodríguez durante el encuentro, celebrado el pasado 31 de enero.
Por ahora, el principal reto de la Unasur es mantenerse como un bloque sólido que, aunque en manos de un representante de derecha, avance en su función mediadora e integradora que se planteó desde su creación.