BEIJING, 15 ene (Xinhua) -- La visita a Suiza que el presidente de China, Xi Jinping, comienza hoy domingo servirá para seguir impulsando la asociación única que mantienen ambos países, modélica en la interacción entre Beijing y Occidente.
Del viaje, el primero al exterior de Xi en 2017, cabe esperar que fortalezca la asociación de Beijing con Berna, aproveche el gran potencial para una cooperación más amplia, actualice el acuerdo de libre comercio bilateral y extienda el consenso en cuanto a la protección del sistema comercial mundial.
Suiza ha sido pionera en varias ocasiones en su participación en la reforma y apertura de China, y su política sensata hacia el país asiático ha promovido una cooperación sustanciosa en beneficio mutuo.
Entre otras cosas, el grupo suizo Schindler abrió la primera empresa industrial mixta occidental en la República Popular China en 1980. Suiza fue también el primer país europeo en reconocer el estatus de economía de mercado de China, firmar con ella un tratado de libre comercio y unirse al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.
En el frente político, las dos naciones están comprometidas a reforzar la confianza mutua. La clarividencia de Berna al aplaudir el rápido desarrollo y el ascenso de China ayudó a modelar un paradigma de relaciones entre países de tama?os diferentes, con sistemas sociales distintos y diferentes etapas de desarrollo.
Suiza, una de las primeras naciones occidentales en establecer relaciones diplomáticas con China, se ha convertido ahora en el primer y único país en forjar una asociación estratégica con Beijing caracterizada por la innovación.
La visita de Xi llega menos de un a?o después de la gira en abril pasado por China del entonces presidente suizo, Johann Schneider-Ammann. El crescendo de la diplomacia de los jefes de Estado revela la aspiración ferviente de ambas partes a tener una asociación más fructífera.
Además, Suiza, sede de varios eventos y organizaciones multilaterales como el Foro Económico Mundial, la Oficina de la ONU en Ginebra, el Comité Olímpico Internacional y la Organización Mundial de la Salud, es una buena plataforma para que el líder chino exponga sus recetas para varios problemas mundiales.
Es una realidad dolorosa que la comunidad internacional está en estos momentos luchando con la prolongada depresión económica y el ruidoso debate sobre el futuro de la globalización, con los sentimientos antiglobalizadores en auge en Europa y en todo el mundo.
No obstante, las crisis crean también oportunidades. Esta época de prueba ha provocado que naciones de todo el mundo recalibren sus políticas actuales de desarrollo y las formas en que trabajan entre sí, creando así una oportunidad inédita para cooperar en la remodelación del entorno económico global.
En este contexto, China y Suiza deben transmitir un rechazo sin ambigüedades contra el aislacionismo y el proteccionismo infundados, y contribuir a mejorar el sistema de gobernanza mundial actual para que sea más equilibrado e inclusivo.
Los dos socios deberían también renovar el espíritu pionero que ha apuntalado las relaciones bilaterales a lo largo de las décadas y aprovechar el momento para abrir nuevos caminos.