Beijing, 24/10/2016(Pueblo en Línea)-El destructor de la Armada estadounidense Decatur entró sin autorización en el territorio chino en torno a las islas Xisha. El gobierno chino se opone firmemente a esta provocación y ha adoptado una serie de medidas defensivas para este propósito.
Diario del Pueblo publicó el 23 de octubre en la columna "Zhongsheng", un artículo que aborda el hecho de que este tipo de medidas por parte de EE.UU. se desencadenan por una ideología de imposición hegemónica en la región de Asia y Pacífico. La determinación de causar disturbios apenas contribuye a la influencia de esta regresión con mayor rapidez.
El artículo relata que el buque de guerra de Estados Unidos, sin la debida autorización de China, entró en territorio marítimo chino, violando la soberanía territorial y los intereses de seguridad de China. Esta situación representa una grave violación de la ley china, así como las leyes internacionales e incluso puede poner en peligro la paz, la seguridad y el orden marítimo. Esta provocación una vez más pone en relieve la estrategia deconstructiva que EE.UU. quiere emprender en la región de Asia y Pacífico, y pone de relieve la postura estadounidense de "catalizador de inestabilidad" en el Mar Medicional de China.
El artículo se?ala que, el denominado acto de patrullaje por parte de Estados Unidos se sucedió durante la visita a China del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, en un momento en el que China y Filipinas están mejorando sus relaciones bilaterales y tratando de resolver los problemas del Mar Meridional de China de manera apropiada y alentadora. En este punto, Estados Unidos envió su buque a desafiar a China a su mar territorial, lo que demuestra exactamente que durante un tiempo, Washington se ha dedicado a jugar un papel destructivo y a crear un entorno agitado en el marco de la disputa del Mar Meridional de China.
“La relación de China con nosotros es buena, lo que preocupa un poco a Estados Unidos”, dijo Duterte durante su visita de Estado a China, frase que puede ayudar a la gente a percatarse claramente de las ideas de EE.UU. detrás de este comportamiento. Exhibir su fuerza irritando a los demás no sólo sirve para desatar sus problemas internos, sino también refleja su hegemonismo habitual. Es exactamente este tipo de hegemonismo el que está reduciendo cada día más la influencia de Estados Unidos en el esenario internacional.
El artículo destaca que si EE.UU. quiere ser una potencia mundial, debe aprender a trabajar junto con otros países para expandir los intereses comunes, en lugar de provocar una división o buscar peces en aguas turbulentas. En los últimos a?os, con el fin de mantener su hegemonía marítima, EE.UU. provoca frecuentemente incidentes en el Mar Meridional de China iniciando ataques contra China y provocando distensiones entre China y Filipinas para destruir la paz y la estabilidad en la región. Sin embargo, sus peque?os trucos nunca cambiarán la tendencia general del desarrollo de la región, que es siempre el de la paz en la región. Es una buena noticia que Filipinas haya decidido ajuste su política exterior para ampliar la cooperación con China.
Finalmente, el artículo subraya que China insistirá sólidamente en salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial. Si no es un asunto China, China no se entrometerá para nada, pero si es de China, el país protegerá hasta el último centímetro de tierra. La acción militar por parte de Estados Unidos para mantener la supremacía no es más que una demostración clara de la necesidad de China de fortalecer la defensa nacional y la unidad para la lucha, e inspira aún más a los chinos a aumentar la determinación y la voluntad de defender sus propios intereses. China aumentará las patrullas aéreas y marítimas militares necesarias, fortalecerá el desarrollo de capacidades de defensa y defenderá con firmeza la soberanía y la seguridad nacional. En las cuestiones de paz y estabilidad del Mar Meridional de China, China no permitirá que Estados Unidos actúe desenfrenadamente.