BEIJING, 3 jun (Xinhua) -- En un momento en el que la economía latinoamericana está sufriendo el enfriamiento del mercado mundial de las materias primas, ?cómo puede China desarrollar la cooperación con América Latina?
"Con carácter general, queremos que la producción sea local y el consumo se produzca en el mercado interno", expresó el exembajador brasile?o en China, Luiz Augusto de Castro Neves, que agregó que, en la práctica, Latinoamérica aún no se ha incorporado a la cadena global de la oferta, una realidad a la que China debe enfrentarse a la hora de abordar la cooperación económica y comercial con la región.
Neves hizo estos comentarios en la reciente mesa redonda de alto nivel "Socios de desarrollo a través del Pacífico", en la que también participaron más de 20 expertos y diplomáticos chinos y extranjeros que abordaron el modelo de desarrollo y el margen para la cooperación entre China y América Latina.
En cuanto a las características de la economía latinoamericana, Neves calificó de "opuesta" la dirección de desarrollo para la globalización de ambas partes; es decir, América Latina se centra más en su desarrollo interno mientras que China se suma activamente al proceso de globalización guiada por su política de reforma y apertura.
Por su parte, el exembajador chino en Brasil, Chen Duqing, recordó que actualmente la economía mundial aún se encuentra en una situación caracterizada por el lento crecimiento comercial y las fluctuaciones del mercado de materias primas, circunstancias a las que China no es inmune.
Ante la ralentización económica de China, los países latinoamericanos se preocupan por el efecto negativo que genere la desaceleración sobre su propio desarrollo económico, por lo que prestan mucha atención a la tendencia del desarrollo económico chino, agregó Chen.
En opinión de Chen, el sector empresarial de Brasil conceda más atención a los índices económicos de China que a los de Estados Unidos, puesto que el país asiático se ha convertido en los últimos a?os en uno de los principales compradores de los productos de muchos países latinoamericanos.
Los expertos coincidieron en que la reducción de la demanda es un fenómeno común en el ámbito internacional y que es inútil criticar solo a China por que haya dejado de ser uno de los mayores destinos de los productos latinoamericanos.
Con este telón de fondo, los países latinoamericanos, en especial los dependientes de la exportación de materias primas, deben transformar su propia estructura económica, una transición en la que también está inmersa la la economía china, por lo que ambas partes están explorando nuevos modelos de comercio, indicaron los expertos.
En América Latina, las naciones tradicionalmente dependientes de la exportación de materias primas están probando a diversificar sus exportaciones. En el caso de Chile, gracias al acuerdo de libre comercio con China firmado hace varios a?os, el país americano, cuyos ingresos proceden principalmente del cobre, se está centrando ahora en la exportación de cerezas, vino y carne de aves de corral.
El embajador chileno en China, Jorge Heine, apuntó que su país está trabajando para diversificar las exportaciones a China para cuando el superciclo de las materias primas termine. Gracias al comercio de productos agrícolas y alimentarios con el país asiático, la agricultura chilena creció un seis por ciento en los nueve primeros meses de 2015, cifra que supone tres veces el ritmo de crecimiento de la economía del país andino, agregó.
Frente a las frutas de Chile, ?qué alimentos tiene Brasil para exportar? Chen subrayó que la demanda en China de productos agrícolas y ganaderos de alta calidad es cada vez mayor. En junio del a?o pasado, el país asiático levantó el embargo a la importación de carne de vaca brasile?a, producto que ha representado el 16 por ciento de todas las exportaciones brasile?as hacia el país asiático.
A medida que la estructura comercial bilateral sino-latinoamericana se transforma, la inversión china en la región también experimenta cambios.
El experto de la Academia de Ciencias Sociales de China Wang Fei indicó que la falta de infraestructuras en Brasil supone una oportunidad para las empresas chinas que quieran explorar el mercado brasile?o.
En este sentido, Neves recordó que las áreas que absorben la inversión china en Brasil presentan nuevos cambios. Un gran número de firmas chinas, entre ellas las automovilísticas, han comenzado a construir centros de producción en este país sudamericano, y las empresas de infraestructura como la Red Eléctrica Estatal de China están empezando a comprar empresas eléctricas locales.
Por otra parte, el sector financiero de China ya ha entrado en el mercado brasile?o, con la presencia en el país de algunas instituciones bancarias chinas y la venta de acciones por parte de algunos peque?os bancos brasile?os a los chinos.
Los mercados de capitales de ambos países han estrechado su cooperación en los últimos a?os. Tras Nueva York y Londres, la Bolsa de Valores y Futuros de Brasil ha establecido una representación en Shanghai, la única oficina de la Bolsa dedicada a asuntos asiáticos.