Por Jia Xiudong
Beijing,22/03/2016(El Pueblo en Línea)-El 20 de marzo, el presidente estadounidense Barack Obama llegó a la Habana en su visita a Cuba. Acompa?ado por su esposa e hijas,viendo un juego de béisbol, recorriendo las calles de la zona histórica, tal vez hasta tomándose un cafecito cubano... parece que se trata de una visita relajada. Pero por relajado que parezca,es imposible ocultar las complejas consideraciones políticas internas y el ajedrez internacional que hay detrás. Al destacar su "exterior", también debemos investigar el "interior" de la visita.
Barack Obama intenta dejar una herencia diplomática. El viaje del presidente de Estados Unidos a Cuba en general,es visto como hecho histórico.Hace a?os, Estados Unidos ha impuesto un bloqueo y una política de aislamiento a Cuba,a pesar de las abrumadoras resoluciones que condena el bloqueo en la Asamblea General de la ONU, a?o tras a?o.Cuando Obama asumió el poder, ajustó gradualmente la política hacia Cuba. Sobrepasando muchos obstáculos internos, por fin logró reestablecer las relaciones diplomáticas con la isla rebelde.Se trata de un éxito de la "Doctrina de Obama". Durante su mandato, los Estados Unidos también han avanzado en la solución de varios problemas "crónicos", tales como las relaciones con Myanmar e Irán. En la actualidad, los EE.UU. han entrado en su a?o electoral, como el Partido Republicano mantiene el control de las dos cámaras del Congreso, será muy difícil para Obama instrumentar su agenda nacional. Dentro del actual contexto político doméstico, sólo tiene espacio para desarrollar su política exterior. Así que ha aprovechado el tema de las relaciones EE.UU.-Cuba, para con este logro sellar su legado político a la nación.
Obama se enfrenta a muchas restricciones políticas internas. Para lograr la normalización de las relaciones EE.UU.-Cuba, aprovechando la autoridad presidencial, flexibilizó los intercambios postales y la navegación con Cuba, mediante órdenes ejecutivas. En virtud de la Constitución de Estados Unidos, el presidente tiene una gran poder de decisión y arbitraje en política exterior, pero no es omnipotente. Muchas sanciones económicas impuestas a Cuba fueron aprobadas en el Congreso, por lo cual el levantamiento de dichas sanciones también tendrá que ser aprobado por el mismo organismo en cuestión.En Estados Unidos siempre ha habido una gran controversia sobre el cambio de la política de Obama hacia la isla caribe?a. Algunos congresistas hasta han presionado a Obama con sus derechos al voto. Además, es una incógnita que el sucesor de Obama pueda continuar su política actual con respecto a Cuba. Por supuesto, Obama tampoco quiere gastar demasiados recursos políticos para lograr el levantamiento completo del bloqueo contra Cuba.Conservar algunas de las sanciones podría facilitarle aEstados Unidos sus próximas negociaciones con Cuba.
Obama no ha cambiado su intención original de transformar el sistema cubano. Recientemente, Ben Rhodes, secretario adjunto de Asuntos de Seguridad Nacional de EE.UU., afirmó que el presidente Obama declarará durante esta visita que el futuro de Cuba está determinado por el pueblo cubano, y que la política de Estados Unidos ayudará al pueblo cubano a conseguir un futuro mejor. A pesar de la hermosa frase, subyace la exportación de la democracia y los valores estadounidenses como una de las principales intencionadas estrategias de Estados Unidos.
Desde el lanzamiento de la "Doctrina Monroe", los Estados Unidos han considerado a América Latina como su patio trasero. Y reaccionarán ante cualquier se?al o síntomaque tienda a afectar los intereses de Estados Unidos en América Latina.
En este viaje a Cuba, Obama tratará de influir,explícita o implícitamente, en la política interna de Cuba. Es obvio que el desarrollo de las nuevas relaciones entre ambos países no irá viento en popa.
La normalización de las relaciones entre ambos países, promovida por Barack Obama, ha sido bien recibida por muchas comunidades de cubanos. Es un gesto oportuno, que no solo se adhiere a la voz de los países latinoamericanos y de la comunidad internacional, sino también ayuda a mejorar la relación global entre los Estados Unidos y América Latina.Este viaje también ha declarado el fracaso y lo errático de la antigua política de los Estados Unidos contra Cuba. Los hechos han demostrado que el pueblo cubano,al igual que muchos pueblos, no nació con un sentimiento antiestadounidense. Los Estados Unidos debería reflexionar sobre el origen de ese sentimiento antiestadounidense que existe en otros países y analizar en qué medida ha sido causado por el desastroso resultado de su propia política exterior.Después de todo, los Estados Unidos, como la parte más poderosa de la fuerza general, tiene mayor peso y responsabilidad en la evolución de las relaciones internacionales.
(El autor es comentarista de el “Diario del Pueblo” e investigador distinguido del Instituto de Estudios Internacionales de China)