TAIYUAN, 22 oct (Xinhua) -- Un proyecto de renovación de un campamento de concentración japonés de la Segunda Guerra Mundial para civiles y prisioneros de guerra chinos, ubicado en Taiyuan, capital de la provincia septentrional china de Shanxi, se completó a principios de esta semana.
Ante la planificación de las autoridades locales de convertir el Campamento de Taiyuan en un museo, los trabajadores consolidaron los edificios en ruinas y limpiaron los desechos.
Con un presupuesto de dos millones de yuanes (315.000 dólares), la renovación comenzó a inicios de agosto para conmemorar el 70o aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Construido en 1938, el campamento tuvo encarcelados a entre 100.000 y 120.000 chinos. Algunos se vieron sometidos a trabajos forzados, otros fueron asesinados. Los japoneses utilizaron a muchos de ellos como conejillos de indias para experimentos biológicos.
Desde el final de la guerra, los edificios se han utilizado como almacenes para una fabrica de maquinaria.
"La renovación es sólo el primer paso, lo siguiente es utilizar este lugar histórico para ayudar a que las generaciones más jóvenes aprendan las lecciones del pasado y aprecien la paz de hoy día", manifestó Liu Linsheng, autor de un libro basado en las experiencias de su padre como prisionero en el campo.