Pekín, 03/07/2015(El Pueblo en Línea)- Defensores de la vida silvestre han acogido con beneplácito el anuncio del retiro del Antílope Tibetano de la lista de especies en peligro de extinción, aunque se mantiene en el programa de especies protegidas.
Un informe del Ministerio de Medio Ambiente y la Academia China de Ciencias precisó que "debido a la eficaz protección y reproducción, ahora hay unos 200.000 Antílopes Tibetanos en la zona de la meseta Qinghai-Tíbet y el reba?o aumenta constantemente".
Los Antílopes Tibetanos habitan principalmente en China Occidental, en la provincia de Qinghai y en las regiones autónomas Uygur de Xinjiang y el Tíbet. Alrededor del 80 por ciento viven en Changtang, en el norte del Tíbet.
Los cazadores furtivos en busca del "oro blando" o las cotizadas pieles de Antílope provocaron un significativo descenso de la población en la década de 1990. A principios del 2000 quedaban apenas unos 70.000 ejemplares.
Los delicados chales tejidos de pelo de Antílope, hilados a mano, pueden costar más de 40.000 dólares, pues como promedio hace falta la piel de tres
antílopes adultos para hacer un lujoso chal.
En 1996 y 1997, más de 840 kilos de hilado se decomisaron en dos puntos de aduanas en Lhasa, capital del Tíbet, según datos de dicho organismo regulador.
"Las medidas tomadas desde el 200 han surtido un efecto positivo. La reserva natural de Changtang fue elevada a categoría nacional, creando un hábitat protegido para la especie", explica Drolma Yangzom, director de protección de flora y fauna en el departamento regional de silvicultura.
"Gracias al aumento del financiamiento, adquirimos vehículos especializados e instalamos mejores sistemas de comunicación. A dondequiera que se mueven los antílopes tibetanos, un grupo de custodios vela por su seguridad", afirmó Yangzom.
Gracias al trabajo de 400 especialistas, en los últimos cinco a?os fueron neutralizados 346 casos de intento de caza furtiva y 18 personas fueron procesadas por este delito", afirmó Yangzom.
Zongga, subdirector de silvicultura en el Tíbet exhortó a seguirle dando continuidad a este "precioso trabajo que ha logrado salvar al Antílope Tibetano de la extinción."
Proteger al Antílope Tibetano no es tarea fácil.
"En promedio, una persona tiene que cubren 500 kilómetros cuadrados", asegura Karma Tsedrub, subdirector de silvicultura de Ngari.
"Cada invierno, el equipo de patrulla debe pasar más de un mes conviviendo en estado salvaje. Las condiciones de vida y trabajo son duras", admite Tsedrub.
Aunque retirado ya de la lista de especies en peligro de extinción, el Antílope Tibetano todavía enfrentan serias amenazas, como el creciente turismo que visita la zona.
"Tenemos que evitar que el crecimiento del turismo en la región malogre todo el buen trabajo que han logrado los expertos de flora y fauna", concluyó Zongga.