BEIJING, 10 jun (Xinhua) -- El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, intentó aprovechar toda oportunidad posible en la recién concluida cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Alemania para predicar su falaz teoría sobre los "principios del derecho internacional" y "Estado de derecho" en relación con la seguridad marítima.
Por ser un descarado revisionista histórico, Abe no está calificado para hablar acerca del Estado de derecho, ya que sus declaraciones y actos han expuesto su ignorancia tanto en derecho internacional como en derecho nacional.
En varias ocasiones durante la cumbre de dos días, que primordialmente se enfocó en la crisis de Ucrania y el cambio climático, Abe se disfrazó de experto en leyes.
Luego de las declaraciones de Abe en una conferencia de prensa ofrecida al término de la cumbre del G7 el lunes, el pueblo japonés lanzó la primera piedra a su primer ministro que habla de "Estado de derecho" en el exterior mientras impulsa una "legislación de guerra" que viola la Constitución del país.
El martes, el ex primer ministro de Japón Tomiichi Murayama y el ex jefe del gabinete Yohei Kono criticaron a Abe por tratar de insertar brutalmente proyectos inconstitucionales relacionados con la seguridad a través de generar una sensación de crisis al exagerar la idea de la "amenaza China".
Murayama, quien ofreció en 1995 una disculpa por los da?os y el dolor que el Japón militarista provocó a sus vecinos asiáticos durante la Segunda Guerra Mundial (IIGM), comentó que la doctrina de Abe de "pacifismo proactivo" revisará la verdadera naturaleza del pacifismo de Japón.
Una reciente encuesta realizada por la agencia de Noticias Kyodo de Japón muestra que alrededor de 81,4 por ciento de la población japonesa piensa que las explicaciones del gobierno acerca de las iniciatias relacionadas con la seguridad "no son suficientes" y se?alan que la legislación sobre seguridad, si es aprobada, aumentará el riesgo de que las Fuerzas de Autodefensa de Japón sean arrastradas hacia una guerra.
Con respecto al derecho internacional, el conocimiento de Abe es poco más que nulo.
Durante una sesión de preguntas en la Dieta realizada el mes pasado, Abe declaró que no conocía la parte de la Proclamación de Potsdam que pidió la rendición incondicional de Japón y agregó que la aceptación de la declaración fue una manera en la que Japón dio fin a la guerra.
Como todos saben, China, Estados Unidos y Reino Unido declararon la Proclamación de Potsdam el 26 de julio de 1945 para demandar la rendición de Japón y posteriormente la Declaración de El Cairo de 1943.
Los dos documentos no solamente constituyen la piedra angular del orden internacional de posguerra, sino que también sentaron las bases para la Carta de la ONU y el establecimiento del organismo mundial.
Abe, como primer ministro de Japón, debe por lo menos saber que esos documentos, que salvaguardan el orden de posguerra y fueron aceptados por su país en ese momento, deben ser reconocidos y estrictamente observados.
La forma de pensar de Abe sobre el "Estado de derecho" está más allá de la comprensión porque habla sobre derecho internacional en alguna ocasión internacional y a la vez que afirma en su país que no tiene conocimiento de la Proclamación de Potsdam.
Es claro que sus declaraciones durante la cumbre del G7 buscaban apartarse de los temas principales de discusión y predicar acerca de las disputas del Mar Meridional de China y de los llamados intentos de China para cambiar el status quo por la fuerza.
De hecho, China siempre ha mostrado su compromiso para resolver las disputas a través de negociaciones y consultas directamente con las partes involucradas con base en el respeto a los hechos históricos y al derecho internacional.
Abe debe cesar sus peligrosas acciones que socavan el sistema legal nacional de Japón y el orden internacional de posguerra para mantener la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico y en el mundo.