Por Victoria Arguello
CARACAS, 22 dic (Xinhua) -- El anuncio de restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos continúa generando reacciones en los actores políticos y sociales de América Latina, quienes advierten sobre las reales pretensiones de Washington al concretar este viraje de su política exterior.
Pese a que las principales organizaciones políticas y movimientos de base consideran este cese de hostilidades como un ejemplo de "la razón moral" que la historia le ha otorgado a la mayor de las Antillas, existe un componente geopolítico vinculado a las nuevas relaciones de poder que se dibujan en el mundo.
Para el politólogo venezolano Manuel Monta?ez, esta decisión del gobierno estadounidense "tiene que ver con una nueva concepción de la distribución del mundo", en la que se visibiliza una influencia cada vez mayor de Rusia y China, y el surgimiento de bloques de fuerza alternativos y no alineados a los intereses tradicionales de la Casa Blanca.
"Ellos requieren parar a Rusia y dividir el mundo revolucionario. Estados Unidos definitivamente tiene una carta debajo de la manga".
Esta aseveración es igualmente compartida por el analista internacional Víctor Hugo Juárez, quien en declaraciones a Xinhua atribuyó este cambio de la política exterior norteamericana a la pérdida de influencia que ha tenido este país a escala mundial, pero sobre todo en regiones estratégicas como América Latina.
La región latinoamericana y caribe?a ha constituido, previo al siglo XXI, el área de influencia geopolítica tradicional para Norteamérica, realidad que ha ido modificándose con el salto dado por Beijing y Moscú en el ámbito de la economía y las finanzas globales, y el establecimiento de acuerdos con estas naciones de la región.
Uno de los referentes importantes en este sentido, alude a la visita en julio pasado, de los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin, así como el desarrollo de la Cumbre del BRICS en Brasil, que arrojó acuerdos financieros, entre ellos la creación del banco de desarrollo de este grupo con un capital inicial autorizado de 100.000 millones de dólares, aunque el capital suscrito y desembolsado será de 50.000 millones de dólares.
"El tema económico será determinante a partir de 2015. Va a ser el epicentro de la lucha por el control de las nuevas áreas de influencia a nivel internacional, y ahí va a estar la clave del punto, en cómo esto va a afectar desde el punto de vista positivo o negativo toda la dinámica integracionista de la región", refirió Victor Hugo Juárez.
Indicó el analista que uno de los métodos empleados por Washington para frenar la presencia de los países orientales en este lado del mundo, es estableciendo acuerdos comerciales con naciones como Cuba, que permitan el dominio de la administración estadounidense.
Dentro de las medidas anunciadas por el presidente de EEUU, Barack Obama, para restituir nexos con la isla del Caribe, se encuentra la autorización del ingreso de productos provenientes de Cuba por hasta 400 dólares a ciudadanos estadounidenses con licencia para viajar a la isla, así como la exportación de bienes que permitan potenciar la actividad del sector privado cubano.
El también profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) refirió que otro de los elementos a considerar para abordar este restablecimiento de lazos entre EEUU y Cuba, guarda relación con las aspiraciones presidenciales de la ex senadora Hillary Clinton, ya que en el país norteamericano se desarrollará próximamente un nuevo proceso electoral.
"Una lectura inicial que nos arroja como elemento central de la campa?a demócrata, el restablecimiento de relaciones con Cuba y un posible cese del bloqueo económico, comercial y financiero que se tiene contra la isla, y usarlo como tema de campa?a, demostrando ese refrescamiento que requiere la política de EEUU", consideró.
Esta valoración sucede a las revelaciones hechas el pasado 9 de diciembre por el Senado norteamericano sobre la aplicación de métodos de tortura efectuados por la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA, por sus siglas en inglés) en contra de presos políticos y reclusos a partir del a?o 2001.
Una situación que ratifica las denuncias de diversas organizaciones pro derechos humanos en el mundo respecto a las prácticas inhumanas perpetradas por la Casa Blanca y reconocidas por la propia administración estadounidense como "políticas de seguridad".
Al respecto, Miguel Monta?ez destacó que en el dise?o de estas políticas de viraje tienen importante control de sectores de la ultraderecha, como lo es el lobby de "Los Halcones", por lo que advirtió sobre los efectos negativos que pudiera traer para estas relaciones Cuba-EEUU, el posicionamiento y auge del Partido Republicano.
"Pudiera pasar que en un futuro, saliendo Obama y no ganando Clinton, es muy probable que toda esta propuesta de Cuba pudiera caerse, porque los republicanos y particularmente 'Los Halcones' tienen las intenciones de radicalizar sus intereses", aseguró Monta?ez.
Sin embargo, el politólogo destacó la confianza en que los países de la región deben tener hacia la experiencia diplomática de Cuba, una nación que durante a?os ha debido emprender una política exterior bajo escenarios hostiles, pero siempre respetando los principios consagrados en los organismos mundiales y apegándose al derecho internacional.
Para ambos analistas, esta decisión de Estados Unidos podría también tener como objetivo la desaceleración del proceso integracionista que vive América Latina, por lo que instan a fortalecer la unión del bloque no sólo en el aspecto político, sino también en el ámbito financiero y económico.
"Eso va a permitir una nueva arquitectura financiera, un nuevo mundo alternativo, establecer un nuevo frente contra-hegemónico de los intereses tradicionales de Estados Unidos y la Unión Europea", refirieron.
Para ello, abogaron por la consolidación definitiva de instancias como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), el convenio energético Petrocaribe y el Mercado Común del Sur, pero sobre todo, afianzar las relaciones entre estos bloques y otros mecanismos emergentes como BRICS y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).