Por Chen Shilei
BEIJING, 24 nov (Xinhua) -- Se desvanece la esperanza de llegar a un acuerdo sobre la cuestión nuclear iraní este lunes debido a diferencias de opiniones en asuntos clave entre las partes involucradas. No obstante, las negociaciones, en lugar de las amenazas con sanciones, siguen siendo la única salida al problema.
Irán y seis potencias mundiales (Reino Unido, China, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos) comenzaron su última ronda de negociaciones en la capital austriaca de Viena el pasado martes.
Se esperaba que las negociaciones pudieran concluir en un acuerdo exhaustivo este lunes que aseguraría la naturaleza pacífica del programa nuclear de Teherán, mientras que, en respuesta, los países occidentales cancelarían sanciones que han da?ado seriamente la economía del país islámico, la cual depende en gran medida de las exportaciones de petróleo.
Si bien un acuerdo exhaustivo parece imposible este lunes, no es probable que se cancelen las negociaciones.
Por un lado, una cancelación no conviene a ninguna de las partes involucradas. La reanudación del programa nuclear iraní causaría inestabilidad regional y sanciones prolongadas que empeorarían la economía del país a pesar de los precios a la baja del petróleo.
Por otro lado, la administración Obama y el gobierno iraní, liderado por el moderado presidente Hassan Rouhani, han tratado de mejorar sus relaciones a lo largo del último a?o. Un fracaso de las conversaciones de Viena sería un duro golpe para ambos gobiernos.
Es posible que las conversaciones nucleares resulten en un "acuerdo político" sobre la cuestión nuclear iraní en lugar de un acuerdo exhaustivo.
Durante la última semana, Estados Unidos e Irán han estado realizando esfuerzos conjuntos para llegar a un acuerdo de este tipo, el cual podría centrarse en el consenso ya alcanzado durante las conversaciones, al mismo tiempo que se comprometen a resolver los temas pendientes en el futuro.
En caso de alcanzar tal acuerdo, no se desperdiciarían los esfuerzos realizados por las partes involucradas, y los resultados serían aceptables por las fuerzas de línea dura en Estados Unidos e Irán.
Además, un acuerdo como éste preparará el camino hacia la extensión de las negociaciones nucleares.
En realidad, no es imposible un acuerdo de esta índole debido a que la república islámica y las potencias occidentales han conseguido avanzar en varias cuestiones delicadas por medios diplomáticos a lo largo del a?o pasado.
La negociadora nuclear jefa de Estados Unidos, Wendy Sherman, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, dijo en octubre que "avances impresionantes" se habían alcanzado durante las conversaciones celebradas sobre asuntos "que inicialmente parecían intratables", a pesar del hecho de que las diferencias en cuanto al tama?o y el alcance del enriquecimiento de uranio de Irán siguen atrayendo más atención.
Además, si no se puede llegar a un acuerdo político, la extensión de las conversaciones de Ginebra también es posible.
Siempre que las conversaciones continúen, se espera que las partes concernientes puedan encontrar una solución. Ninguna parte desea ver las consecuencias de un fracaso en las conversaciones.
Es sumamente recomendable que todas las partes en las conversaciones nucleares de Irán puedan alcanzar un consenso, zanjar las discrepancias y resolver los asuntos clave.
Durante este proceso, China puede desempe?ar un rol constructivo en las negociaciones a través de la promoción de la comunicación entre las partes involucradas, para así alcanzar un acuerdo exhaustivo a la mayor brevedad posible, y hacer las debidas contribuciones a la salvaguardia de la paz y la estabilidad en Oriente Medio.