SHENYANG, 9 oct (Xinhua) -- Las autoridades chinas han comenzado los trabajos de renovación de una fosa común de mineros chinos a los que las tropas niponas sometieron a trabajos forzados durante la II Guerra Mundial.
A inicios de octubre, los trabajadores iniciaron las reparaciones de los monumentos conmemorativos levantados en 1968 sobre las ruinas del lugar del entierro en la ciudad de Fuxin, provincia nororiental de Liaoning, según el gobierno municipal.
Los esqueletos que inundan la tumba indican que decenas de miles de víctimas fueron enterradas en el lugar, que tiene una extensión de 560.000 metros cuadrados.
Puesta bajo protección estatal en 2006, la fosa común permanecía en malas condiciones por la falta de financiamiento. La situación ha cambiado desde que el gobierno central la incluyera el 1 de septiembre en la lista de las 80 instalaciones y lugares conmemorativos a la Guerra Antijaponesa y financiara, junto con el gobierno local, la reparación de la instalación.
Se prevé que los trabajos de la renovación se den por finalizados el próximo a?o, cuando el mundo celebrará el 70o aniversario de la victoria en la guerra antifacista.
Noticias publicadas a finales de septiembre en los medios de comunicación locales mostraban que la fachada del monumento se estaba desconchando, y restos de las víctimas se encontraban dispersados sin la debida protección. El gobierno local ha prometido poner pronto en marcha un proyecto dirigido a preservar mejor los restos.
Durante la ocupación nipona en las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado, las tropas japonesas forzaron a decenas de miles de chinos procedentes de diferentes lugares del país a trabajar en minas de carbón de Fuxin. Muchos de los mineros murieron en constantes accidentes por la falta de medidas de protección o por la elevada intensidad de los trabajos.