Las propias mujeres también están comenzando a abrazar la diversidad de la belleza.
Kelli Jean, quien se describe a sí misma como una "activista de la grasa radical", co-dirigió un espectáculo de danza que discursa sobre los cuerpos con sobrepeso de una manera artística, tratando de desafiar los estereotipos y remodelar las expectativas.
En un comunicado publicado en línea, Jean afirma que "he perdido la cuenta de cuántas veces me han dicho que el programa ha cambiado sus vidas y cómo les ha ayudado a cambiar su relación con su propio cuerpo y con el cuerpo de los demás."
En China también se abre paso una nueva tendencia que abraza la diversidad de la belleza.
Wang Ju, de 25 a?os, participante en un popular espectáculo de canto, se ha convertido en el último icono femenino del país en reconfigurar los estándares de belleza en una industria que elogia a las mujeres que son, en su mayor parte, blancas y delgadas.
Cuando Wang realizó su debut teatral pesaba 60 kilogramos, valor que se consideraba demasiado grueso para su altura de 1,65 metros. Sin embargo, rápidamente ganó popularidad entre los jóvenes, fomentando una mejor auto-aceptación entre las mujeres “rellenitas” y transformación un concepto estético de arraigada tradición.
"El estándar de ser hermoso es ser tú mismo", afirmó Wang en una entrevista con The Guardian. "Yo controlo mi propia vida. Tener un espíritu independiente es muy importante a la hora de comprometerse."
Dicho esto, todo indica que las mujeres chinas seguirán redefiniendo la belleza e intentarán ser independientes en el cambiante mundo de hoy en día.
De acuerdo a una encuesta publicada por Dove en el 2017, el 80 por ciento de las mujeres adultas y el 70 por ciento de las adolescentes y menores chinas quieren que los medios resalten el encanto de las mujeres desde una gran variedad de ángulos, no solamente por la forma del cuerpo. Y que se le brinde más atención a sus palabras, emociones y acciones.