RIO DE JANEIRO, 18 dic (Xinhua) -- El gobierno brasile?o gasta como los países nórdicos y tiene gastos muy por encima de la media de países con los intereses de la deuda pública, las jubilaciones y pensiones y con los tribunales de Justicia, según un amplio estudio divulgado hoy por el Tesoro Nacional.
El estudio se hizo comparando los gastos públicos que tiene Brasil con los de 54 países, agrupando las funciones de los gatos en diez categorías, conforme el método que utiliza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presupuesto brasile?o atribuye 28 funciones a los gastos públicos, lo que según el Tesoro Nacional, exigió la adecuación de los padrones internacionales para facilitar la comparación.
Según la clasificación de la OCDE y la ONU, el gobierno brasile?o gastó en 2016 el 33,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone el cuarto mayor volumen de porcentaje entre todos los países analizados, superado apenas por los países escandinavos: Dinamarca, Finlandia Noruega y Suecia.
La diferencia, según el Tesoro, está en el hecho de que los países del norte de Europa son ricos y con una elevada carga tributaria, lo que les permite tener condiciones para financiar los altos gastos públicos. Además, el informe detectó que Brasil gasta en funciones que tienen poco retorno en los servicios públicos.
En 2016, Brasil gastó el 9,7 por ciento del PIB con el pago de los intereses de la deuda pública, cifra muy superior al 2,7 por ciento de media de los países emergentes y al 1,95 por ciento de media de los países desarrollados.
La caída de la tasa de interés en Brasil entre 2015 y 2017 redujo en 123.600 millones de reales (31.700 millones de dólares), o un 18 por ciento, este tipo de gasto, si bien el informe apunta que Brasil continúa gastando mucho con la deuda pública.
En relación a los pagos de jubilaciones y pensiones, Brasil destinó el 12,7 por ciento de su PIB en 2016, contra el 8,2 por ciento de las economías avanzadas y el 7,6 por ciento de las naciones emergentes.
Los países nórdicos gastaron de media, el 12,8 por ciento de su PIB con jubilaciones y pensiones, si bien el informe destacó que la proporción de ancianos en Brasil es muy inferior a la de los países nórdicos: en Finlandia, el 35,5 por ciento de la población tiene más de 65 a?os, contra el 13,9 por ciento en Brasil.
Para impedir el descontrol de los gastos públicos a medida que la población brasile?a envejece, el informe recomienda la aprobación de la polémica reforma de la Seguridad Social, "sin la cual no habrá control del gasto público en Brasil" y que permitirá mejorar la distribución de renta en el país, al enviar parte de las verbas para las parcelas de población más desfavorecidas.
El informe consideró elevada igualmente la proporción de los gastos del PIB brasile?o con el Poder Judicial, que en 2016 fueron del 1 por ciento, más del triple de la media de los países analizados.
Así, mientras Brasil gasta más que la media con su Judiciario, gasta menos que los emergentes en salud. En 2016, los gastos públicos destinados a la sanidad fueron el 2 por ciento del PIB, contra el 2,5 por ciento de los países emergentes y el 3,3 por ciento de los países desarrollados.
En relación a la educación, Brasil gastó el 2,4 por ciento del PIB, contra una media del 3,1 por ciento entre los países analizados. La mayor parte de este gasto fue destinada al ense?o superior, que es competencia federal. La educación media y fundamental es a cargo de los estados y los municipios.