QUITO, 6 dic (Xinhua) -- Ecuador no descarta la posibilidad de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar las dificultades económicas del país, con una deuda que oscila entre los 8.000 y 10.000 millones de dólares, dijo hoy el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.
Moreno apuntó, en un diálogo radial con emisoras locales, que su gobierno y su equipo económico han abierto "un abanico de posibilidades" para aliviar las dificultades por las que atraviesa la dolarizada economía local.
"Estamos tratando por todos los medios de conseguir financiamiento adecuado", expuso, al destacar que "absolutamente nada está descartado".
"En todo aquello, estamos trabajando", agregó Moreno, quien desde que llegó al poder el 24 de mayo de 2017 ha se?alado que la situación económica es compleja por la falta de "mesura" del manejo económico en el anterior gobierno.
El mandatario a?adió que la preocupación está en conseguir financiamiento "para salir adelante", por lo que remarcó que se acudirá a todas las instancias.
"Hemos conseguido que el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) triplique el financiamiento y trabajamos con otras alternativas que no se habían hecho antes", comentó.
Moreno ha implementado varias medidas de austeridad estatal, como reducción del gasto gubernamental y fusión de ministerios y secretarías; además, ha incrementado un 25 por ciento al precio de la gasolina (súper) de mayor octanaje, para enfrentar las dificultades económicas que vive Ecuador.
En noviembre de 2017, altos funcionarios del FMI mantuvieron una reunión protocolaria con Moreno dirigida a estrechar lazos de cooperación.
La visita se realizó en "el marco del impulso al diálogo que Ecuador emprende con los organismos multilaterales para estrechar lazos de cooperación y coordinación en materia económica", dijo entonces el gobierno.
Mientras tanto, en junio pasado una delegación de autoridades ecuatorianas encabezada por el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, se reunió con el director del FMI para América Latina, Alejandro Werner, y otros altos funcionarios del organismo para "mantener un canal abierto de diálogo" e intercambiar información sobre la coyuntura económica del país.
El anterior gobierno de Rafael Correa (2007-2017) tomó distancia del FMI desde inicios de su mandato, pues estaba en contra de las políticas de ese organismo.
Correa, un duro crítico de las políticas del FMI, dijo en su momento que su gobierno toma decisiones propias y no actúa en función de recomendaciones de la institución.