Activistas afganas se quitan el burka (REUTERS).
Beijing, 06/07/2018(El Pueblo en Línea) - Criticada por la Organización Mundial de la Salud debido a que es degradante, discriminatoria y poco científica, las pruebas de virginidad obligatorias en clínicas y hospitales afganos han estado presente en el país durante a?os y ha sido utilizada para determinar si una mujer ha mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio. Y aunque el gobierno ya se ha comprometido a prohibir oficialmente las pruebas de virginidad, pero es muy difícil lograr una aplicación efectiva en el territorio, destaca Yahoo.
Las consecuencias para aquellas que no pasan la prueba son catastróficas. Muchas de ellas terminan en la cárcel largos periodos de tiempo (más de un a?o), pese a que el tiempo máximo deberían ser unos tres meses. Su castigo no acaba con su estancia en prisión, donde viven en espacios muy reducidos y con unas condiciones lamentables, porque una vez liberadas se enfrentan a un futuro en el que se las rechaza, se las excluye y en el que tienen que vivir en la miseria. Lo más normal es que los propios padres de estas mujeres las den la espalda por haber deshonrado a la familia.
Un informe de Human Rights Watch de 2016 apuntaba a que la mitad de las mujeres y el 95% de las jóvenes encarceladas lo estaban en relación a “delitos morales”.
El problema es la falta de comunicación dentro del país, por lo que varias organizaciones de derechos humanos, con fondos del Gobierno sueco, están trabajando con médicos y enfermeros en los centros de salud de todas las provincias del país para asegurarse de la que la nueva política se entienda y se comunique, con el fin de terminar con esta práctica tan nociva.
El objetivo con esta campa?a de concienciación es que los responsables sanitarios expliquen que ya no es posible hacer esa prueba y que de esta manera deje de convertirse en un delito uno de los resultados. El siguiente reto también es muy importante: lograr que todas aquellas que han sido encerradas después de una prueba de virginidad sean liberadas. Una tarea complicada porque no se conoce a ciencia cierta el número exacto de mujeres que se encuentran en esa situación.