BEIJING, 3 abr (Xinhua) -- Debido a que los intereses de los negocios de Estados Unidos en China son mucho mayores que lo que muestran las estadísticas comerciales, una potencial guerra comercial entre los dos países los pondría en riesgo, de acuerdo con varios informes del sector.
El déficit del comercio de productos de EE. UU. con China es considerado la principal causa de las recientes acciones del presidente estadounidense, Donald Trump, pero la cifra no muestra el cuadro completo de los lazos económicos sino-estadounidenses, según un análisis elaborado por el banco alemán Deutsche Bank.
El informe se?ala, por ejemplo, que en 2016 había en China 310 millones de iPhones activos, pero que esos aparatos no se podían encontrar en los datos del comercio bilateral entre los dos países porque Apple, como muchas otras empresas del país norteamericano, ha establecido sucursales para operar en China.
"Desde una perspectiva de comercio internacional, los iPhones vendidos por las filiales chinas de Apple no son considerados como importaciones. Pero desde un punto de vista económico y financiero, el iPhone es un producto de EE.UU., y este país se beneficia más de él", indica el texto.
El reporte concluye que abordar el asunto por el lado del equilibro comercial es "claramente erróneo", y la retaliación más perjudicial por parte de China sería "castigar los intereses de los negocios de EE. UU. en China".
Un informe divulgado por Standard Chartered calculó que el PIB de EE. UU. podría caer un 0,2 por ciento si China toma medidas como la prohibición de importaciones de alimentos y equipos relacionados con el transporte desde EE. UU., y un 0,9 por ciento si prohibiera todas las importaciones.
"Estamos manteniendo nuestra previsión del 6,5 por ciento para el crecimiento del PIB de China, dado el robusto desempe?o en el primer trimestre y la incertidumbre frente a los remedios comerciales de EE. UU.", dice el análisis de Standard Chartered.
El banco británico se?ala además que la dependencia económica de China en EE. UU. cayó desde el 6,3 por ciento del PIB en 2006 hasta alrededor de 3,0 por ciento en 2017, mientras que la dependencia económica de EE. UU. en el país asiático subió de forma estable desde el 0,1 hasta el 0,7 por ciento del PIB entre los a?os 2000 y 2014.
"Una guerra comercial no serviría a los intereses de nadie", dice el informe de Standard Chartered, que advierte que tal eventualidad podría afectar al 20 por ciento de la economía global.