Santo Domingo,24/02/2018(El Pueblo en Línea) - La crítica situación de las mujeres embarazadas y de los ni?os recién nacidos alerta y divide a la población en República Dominicana. Autoridades de la Salud Pública, médicos y organizaciones de la sociedad civil no concuerdan en las causales de muerte ni en las posibles soluciones, destaca Sputnik.
El país centroamericano registró en 2017 un aumento de 11% en las muertes de madres y bebés en comparación con el a?o anterior, según informó el ministerio de Salud Pública.
Sputnik conversó con Alba Reyes, coordinadora de la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA), quien aseguró que esta cifra es aún mayor ya que no existe en el país un subregistro de estadísticas, por lo que hay embarazadas y ni?os que no son contemplados en los números oficiales. "Los podrían ser mucho más alarmantes de lo que publica el ministerio de Salud Pública", sentenció.
La titular de la cartera, Altagracia Guzmán Marcelino, reconoció que 2.835 bebés menores de un a?o y 188 madres fallecieron el pasado a?o por motivos que son evitables en un 88% de los casos.
Las causas principales a las que atribuyó las muertes derivan de una mala atención médica, como trastornos hipertensivos del embarazo, hemorragias, abortos e infecciones.
Por eso, la ministra anunció a principios de febrero la implementación de un reglamento disciplinario que sancionará a los médicos que hayan incurrido en negligencia, incompetencia o negación a la atención que deriven en muertes materno-infantiles o causen da?o permanente a la madre o al bebé.
Las sanciones previstas van desde la amonestación escrita hasta la cancelación del exequátur y la destitución de los médicos.
Este reglamento acentuó las diferencias entre las autoridades y los trabajadores de la salud. Los gremios alegan que la responsabilidad de las muertes materno-infantil no es de los trabajadores sino del Gobierno.
"Salud Pública debe preocuparse de suplir los insumos y equipos médicos para poder dar una respuesta de calidad a todos los pacientes que acuden a los hospitales del país, que ya no aguantan más parches", aseguraron en un comunicado.
Reyes explicó que desde ADESA entienden que la responsabilidad recae en ambos actores, ya que existe un sistema de salud que no funciona debido a problemas administrativos y a la falta de inversión económica, así como también hay negligencia del propio personal que trabaja en los centros de salud.
Pero la coordinadora hizo énfasis en que las causas fundamentales "están ligadas íntimamente con la pobreza que persiste en la sociedad que conlleva problemáticas como la desnutrición de las madres durante el embarazo".
Remarcó el deterioro que tienen los servicios de atención primaria que se encuentran en los barrios marginales o en las comunidades rurales. El descuido de estos centros impide, por ejemplo, la realización de los chequeos periódicos y de los estudios especializados.
"Estas son causas estructurales que se vienen arrastrando como parte de una política del estado donde la inversión en los sectores más pobres del país sigue sin ser prioridad para el Gobierno", sostuvo.
Para ADESA el aborto es otra gran problemática sanitaria en donde las cifras del Estado no son representativas. Según explicó Reyes el ministerio de Salud asegura que el 3,8% de las mujeres que abortan mueren, pero ese porcentaje abarca solo a las mujeres que los practican en centro de salud.