Por Xu Zeyu y Huang Pengfei
FUZHOU, 5 feb (Xinhua) -- Unas gotas de sangre, tubos de ensayo y unos días de espera: las prescripciones a medida para luchar contra el cáncer están a una prueba de distancia.
Las terapias dirigidas contra el cáncer están ayudando a la lucha contra esta enfermedad en China. Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer, un importante oncólogo del Hospital de Enfermedades Pulmonares de Shanghai, Zhou Caicun, ha destacado que, con los fármacos específicos, el tiempo medio de supervivencia de los pacientes con tumores de pulmón en estado terminal se ha aumentado de uno a tres a?os.
En estas terapias dirigidas se clasifica a los enfermos según diferentes mutaciones genéticas a través de las pruebas y se les proporcionan fármacos específicos de acuerdo con tales mutaciones.
"Este enfoque personalizado ha demostrado ser mucho más efectivo que los tratamientos previos basados en una solución igual para todos", destacó Zhou.
La quimioterapia, que tradicionalmente ha sido el primer recurso en el tratamiento contra el cáncer, es conocida por sus efectos adversos, como la caída del pelo y las náuseas. Pero los fármacos adaptados luchan contra las células cancerosas con unos efectos secundarios menos agresivos para las sanas, de forma que producen menos dolor.
El hospital en el que trabaja Zhou recibió 14.000 pacientes de cáncer el a?o pasado, el 40 por ciento de los cuales se sometió a terapias adaptadas. En la actualidad, la mayor parte de los grandes hospitales de China pueden ofrecer este tipo de atención.
Durante mucho tiempo, China ha tenido una situación difícil en cuanto a esta enfermedad. Un informe del Centro Nacional contra el Cáncer publicado en 2017 muestra que el 40 por ciento de la población con cáncer del mundo se encuentra en el país asiático y que cada día se suman 10.000 nuevos enfermos. En 2015 la tasa de supervivencia a cinco a?os era de solo el 36,9 por ciento, en torno a la mitad que en Estados Unidos.
El proyecto de China para el desarrollo de la atención médica "China Saludable 2030" tiene como objetivo elevar esa tasa en 15 puntos porcentuales para 2030. Solo desde 2005, cuando entraron por primera vez en el mercado chino los fármacos dirigidos, la tasa para los pacientes con cáncer terminal de pulmón se ha elevado del 8 al 18 por ciento.
"A pesar de una irrupción temprana, solo recientemente las terapias dirigidas han logrado una amplia aceptación entre los chinos", indicó el neumólogo de la delegación de Xiamen del Hospital de Zhongshan, dependiente de la Universidad de Fudan, Gu Yutong.
Durante algún tiempo esta estrategia era cara. El gasto mensual en Iressa, Tarceva y Conmana, los medicamentos más frecuentemente prescritos para las mutaciones del gen EGFR, iba de 2.000 a 3.000 dólares.
"Algunos pacientes desesperados incluso recurrieron a mercados en línea de ultramar en busca de precios más bajos, pero a menudo se encontraban a merced de intermediarios no cualificados y con medicamentos de mala calidad", indicó Gu.
El sistema de cobertura médica nacional de China comenzó a incluir 16 marcas de fármacos para terapias dirigidas el a?o pasado y los precios bajaron un 44 por ciento de media. Algunos medicamentos son incluso más baratos que la quimioterapia.
Al expandirse el mercado, las empresas médicas nacionales buscan lograr avances tecnológicos. Betta Pharmaceuticals, con sede en la ciudad oriental de Hangzhou, ha puesto en marcha una medicina de terapia dirigida de desarrollo propio, con lo que China se ha convertido en el tercer país del mundo con capacidad para hacer algo así.
Además, la empresa con sede en Shenzhen BGI, que es la principal proveedora de servicios de secuenciación del ADN de China, está desarrollando las tecnologías básicas para la próxima generación de secuenciación genética, que es el futuro de las pruebas en este ámbito.
Zheng Limou pasó 20 a?os en actividades relacionadas con la investigación y los negocios biomédicos en Estados Unidos y volvió a casa en 2008 para crear una empresa. En la actualidad, las pruebas genéticas basadas en la PCR (siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa) que ofrece su empresa tienen una cuota del 70 por ciento del mercado de China.
"Vi el potencial de la terapia dirigida en China. Y lo más importante, creo que es el futuro del tratamiento contra el cáncer", afirmó Zheng.