Por Luis Rojas
MEXICO, dic 3 (Xinhua) -- Una mezcla entre un modesto crecimiento económico de América Latina, en sintonía con China, junto con la realización de procesos electorales en algunos países de la región llevará a los inversionistas a ser más cautelosos con sus proyectos, de acuerdo con varios expertos.
En términos económicos, América Latina tendrá en el 2018 un a?o calificado como una "zona ideal" por el jefe de los servicios macroeconómicos de Oxford Economics, Marcos Casarín.
"La economía global, en general, tendrá un repunte sincronizado, inicialmente disparado por el factor China", explicó Casarín desde Londres.
En el 2017, América Latina, el mayor exportador de materias primas en el mundo, se vio beneficiado por el repunte en los precios de los metales y el petróleo, lo que está generando de nuevo, hacia adelante, una atmósfera ideal para el comercio.
No obstante, Casarín cuestiona su duración tomando en cuenta que 2018 parece un "campo minado" en materia política, por los procesos electorales que se llevarán a cabo en el transcurso del a?o, sobre todo en Brasil, Colombia y México.
Oxford Economics estima una expansión del 2,6 por ciento para el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina en el 2018, con Argentina, Perú y Chile encabezando los mayores crecimientos.
La cifra contrasta con la expansión del 1,1 por ciento proyectado para este a?o por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas.
En lo que se refiere a las elecciones, Casarín y el director general adjunto de análisis macroeconómico del banco mexicano Banorte, Gabriel Casillas, coinciden en que la atención debe centrarse en las dos grandes economías de la región: Brasil y México.
"En cualquier elección hay cierta cautela, sobre todo para los inversionistas financieros más de corto plazo", dijo Casillas.
En el caso de México, el fondo soberano Corporación de Inversión China tiene inversiones importantes en activos financieros mexicanos, explicó el experto de Banorte.
Para este y otras entidades similares, la elección presidencial mexicana de julio de 2018 representa un tema de riesgo y de mucha cautela para las inversiones de corto plazo, aunque puede representar una oportunidad para las de un periodo más amplio, consideró Casillas.
"Para los inversionistas del sector real, las cosas se alinean bien porque por un lado todos los candidatos o precandidatos que conocemos tienen buenas intenciones", agregó.
Una encuesta publicada el 30 de noviembre por el diario mexicano Reforma mostró que el líder de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, encabeza las preferencias del electorado rumbo a las presidenciales del 1 de julio.
En lo que se refiere a Brasil, un sondeo del Instituto Brasile?o de Opinión (Ibope), del 29 de octubre, mostró que el ex presidente de izquierda Inácio Lula da Silva está al frente de las intenciones de voto rumbo a las elecciones de octubre de 2018.
Las expectativas de un cambio de gobierno siempre inyectan nerviosismo en los mercados, sobre todo cuando se espera una re?ida competencia, aun cuando los procesos electorales se encuentran en una fase muy temprana, dijo la investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Alicia Puyana.
"El a?o próximo, con las elecciones, como no se sabe qué va a pasar ni quién va a ganar pues el inversionista restringe las inversiones y generan caos", dijo la experta.
"Pero si no sabemos quién va a ganar, eso puede ser un indicio de que nadie las manipula", agregó resaltando el lado positivo del proceso.
Para el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) de México, José Luis de la Cruz, Suramérica debería estar planteándose cómo ser un socio más estratégico de China en lugar de un mero consumidor, también en el contexto de las próximas elecciones en varios países.
"El 2018 le presenta oportunidades a China en América Latina, en donde lo único es ir conociendo claramente el eje político de la región, y en eso China es experta", comentó el especialista.
El coordinador de la licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la Universidad Iberoamericana en México, Abraham Vergara, coincide con Casillas de Banorte en el sentido de que las elecciones podrían tener efectos secundarios en la inversión en cartera y en la inversión extranjera directa.
"Cuando los inversionistas encuentran incertidumbre políticamente que se puede reflejar en la parte social, automáticamente se ve un reflejo en la parte financiera y en la parte económica", dijo el experto.
En los últimos cinco a?os, la inversión china en América Latina registró un promedio de 10.000 millones de dólares, según datos del Atlantic Council y del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El presidente chino, Xi Jinping, estimó en el 2015 que los flujos de inversión de su país hacia América Latina alcanzarían los 250.000 millones de dólares hacia el a?o 2025.
Para que los recursos chinos sigan fluyendo a la región, Vergara y De la Cruz sostienen que las elecciones también representan una buena oportunidad para que América Latina pueda mejorar su constante lucha contra sus dos grandes flagelos: la inseguridad y la corrupción.
"La región ha fallado en crear un marco institucional sólido que de alguna forma esté blindado ante el cambio electoral", dijo De la Cruz.
"Sigue pendiente la construcción de instituciones que garanticen la continuidad de un buen crecimiento económico, la continuidad de los programas, de una agenda mínima en cada país que debería quedar establecida para blindarla de los vaivenes políticos", concluyó.