Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 21 may (Xinhua) -- La aguda crisis política desatada en Brasil con la divulgación de una grabación que compromete con actos ilícitos al presidente Michel Temer, no sólo generó incertidumbre sobre la continuidad del gobierno, sino también sobre las alternativas con relación a la sucesión en caso de que él deba dejar el cargo.
Además de la investigación autorizada en su contra por el Supremo Tribunal Federal (STF) por obstrucción a la justicia, asociación ilícita y corrupción pasiva, Temer cuenta con un rechazo popular cercano al 90 por ciento, y su base de apoyo comienza a desintegrarse.
El terremoto político que sacude al gobierno extiende un largo período de turbulencias en el país sudamericano, iniciado con las manifestaciones anticorrupción de 2013, pasando por las múltiples denuncias de la operación "Lava Jato" (lavadero) y la destitución por irregularidades fiscales de la ex presidenta Dilma Rousseff en 2016.
En las últimas horas, fuerzas políticas, juristas, medios de comunicación y analistas se han volcado a analizar las diferentes variantes disponibles en el horizonte político para determinar cuál sería el curso más rápido e indoloro para poner fin a la crisis.
Como Temer insiste en que no renunciará, podría ser desplazado por un juicio político (ocho pedidos de "impeachment" han sido presentados en el Congreso) o su mandato anulado por la justicia electoral, debido a irregularidades en el financiamiento de la fórmula Dilma Rousseff-Michel Temer en las elecciones de 2014.
Otra opción, en caso de que Temer resista en el cargo, es que su mandato sea cesado por el Tribunal Superior Electoral (TSE), en el juicio con fecha marcada para el 6 de junio próximo.
Si el TSE anula las elecciones que dieron la victoria de la fórmula Rousseff-Temer, existen controversias sobre si ello habilitaría la convocatoria de comicios presidenciales directos, debido a que existe jurisprudencia en ese sentido en anteriores procesos regionales con base al Código Electoral.
Aunque el punto puede ser motivo de un nuevo embate jurídico y político, especialistas indican que la mayor posibilidad es que la vacancia presidencial deba ser resuelta en ese caso por elección indirecta, es decir, por el Congreso.
Para el consultor y politólogo de la Universidad de Brasilia, Paulo Kramer, la delicada situación del mandatario sugiere una gran probabilidad de que acabe por dejar el cargo voluntariamente.
"Creo que las elites políticas y empresariales querrían un desenlace rápido. Esa crisis política y ética vino en un momento en que la economía estaba dando los primeros se?ales de vida, de resurrección, digamos", dijo Kramer a Xinhua.
Complementó que "la crisis aumentó los temores de que habría un retroceso y esa penosa recuperación sería interrumpida".
La perspectiva de un nuevo proceso de juicio político puede ser desgastante y retrasar una solución que se presenta como urgente, desde el punto de vista institucional y del proceso económico.
"La mayor probabilidad es la renuncia del presidente. La impresión que da es que, siendo muy atacado por la principal red de comunicación del país, la red 'Globo', Temer va quedando con menos posibilidad de mantener la confianza de sus aliados", consideró.
El diario "O Globo" pidió abiertamente el pasado 19 de mayo en una editorial la renuncia del presidente, al hacer eco a lo que reclama la oposición y las manifestaciones en las calles, unificadas alrededor de la consigna "Fuera Temer".
"La última gota será si el PSDB (Partido Social Demócrata Brasile?o) y el DEM (Demócratas), los principales aliados, salen del gobierno. Si dejan la base, el gobierno Temer acaba enseguida", dijo.
Kramer explicó que "como la Constitución no define los detalles reglamentarios de una elección indirecta, ellos emanarían de una decisión del Supremo Tribunal Federal, así como hubo instrucciones directas del Supremo para el rito de 'impeachment' de Dilma".
Para el politólogo es improbable por el momento que pueda prosperar la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) para la convocatoria a elecciones directas, que será analizada en la Cámara de Diputados la semana entrante, porque llevaría mucho tiempo y mantendría al país en una gran desorganización.
"No habría tiempo hábil para la aprobación de una PEC, porque el país quedaría acéfalo y abriría una ventana de imprevisibilidad. La precipitación de la crisis en esa última semana no estaba en la cabeza de nadie y atropelló el calendario de todas las precandidaturas", se?aló.
A su vez, para el profesor de ciencia política de la Universidad de Brasilia, David Fleischer, la tentativa de Temer de continuar al frente del gobierno tiene pocas oportunidades, sobre todo porque se redujeron de manera sustancial las posibilidades de que consiga aprobar las reformas laboral y previsional.
Consideró que la perspectiva sucesoria que daría mayor estabilidad al país, sería la elección indirecta de un presidente para cumplir el resto del mandato actual, hasta el 1 de enero de 2019.
"La salida sería elegir un presidente que dé continuidad al programa económico de austeridad y reformas, y consiga su aprobación en el Congreso, para restaurar la confianza de los inversores nacionales e internacionales", expuso el profesor.
Entre los nombres mencionados para ese "mandato tapón" están el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia; la presidenta del STF, Carmen Lúcia; y con fuerte apoyo del mercado financiero, el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles.
"Desde mi punto de vista, la persona podría ser el actual ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, con apoyo de la base aliada del gobierno Temer", apuntó Fleischer.
Recordó que Meirelles tiene "ficha limpia", no existen acusaciones de corrupción en su contra, mantiene excelentes relaciones con el sector privado y ha mostrado habilidad política en sus relaciones con los congresistas.
Según la legislación brasile?a, el presidente de la Cámara tendría 30 días para organizar una elección indirecta en el Congreso, en la cual podrán participar brasile?os natos y que tengan filiación partidaria, es decir, guardando cierta analogía con los requisitos exigidos para una elección directa.