Decenas de miles de personas se concentraron hoy en la ciudad turca de Estambul para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores y para expresar reclamos por las malas condiciones de trabajo, el elevado desempleo y los bajos salarios.
La multitud protestó contra lo que llamaron regulaciones antidemocráticas impuestas por el presidente Recep Tayyip Erdogan y el gobernante Partido Justicia y Desarrollo a partir del fallido golpe de Estado de julio del a?o pasado.
Unos 100.000 servidores públicos, más de 40.000 policías y unos de 33.000 maestros han sido destituidos en las actuales medidas severas por sus supuestos vínculos con organizaciones terroristas, de acuerdo con reportes de prensa.
"No nos iremos. Muestra lucha democrática continúa", se?alaban carteles en manos de algunos académicos, quienes fueron despedidos en las purgas.
Los principales sindicatos acordaron este a?o realizar una protesta masiva en el distrito Bakirkoy designado por el gobierno, porque la icónica Plaza Taksim fue cerrada a mítines por cuarto a?o consecutivo.
La plaza tiene un significado simbólico para los sindicatos y grupos de izquierda debido a que 34 trabajadores murieron en la conmemoración del Día del Trabajo en 1977 por disparos hechos desde edificios cercanos. Desde entonces, las uniones de trabajadores y obreros de Turquía han insistido en conmemorar los asesinatos en la plaza.
Las autoridades, sin embargo, han prohibido las manifestaciones y reuniones allí tras la serie de protestas masivas contra el gobierno en junio de 2013 en la plaza y en el vecino parque Gezi.
Este a?o la policía bloqueó con barreras de hierro todas las calles que conducen hacia la plaza y desplegó más de 30.000 guardias para patrullar la ciudad.
El transporte público, incluyendo el servicio de transbordador, ofreció recorridos entre la parte europea y asiática de Estambul y el servicio del metro en varios distritos fue suspendido como parte del bloqueo hacia la plaza Taksim.
Sin embargo, algunos grupos de izquierda trataron de marchar hacia la plaza desde diversos distritos, ante lo cual la policía utilizó mangueras con agua y gas lacrimógeno para dispersarlos y detuvo a más de 50 personas.