MEXICO, 23 mar (Xinhua) -- El canciller de México, Luis Videgaray, informó hoy que la renegociación formal del Tratado de Libre Comercio Para América del Norte (TLCAN), iniciaría a mitad de este a?o y que la parte mexicana negociará "sin miedo".
Al participar en la 80 Convención Bancaria, que se lleva a cabo en Acapulco, Guerrero, (sur), Videgaray remarcó que la política exterior mexicana se ha delineado con base en una serie de principios, objetivos y límites claros por lo que, dijo, "la agenda no la puede determinar solo la contraparte, no sólo Estados Unidos quiere cambiar las cosas".
"En la actual negociación debemos tener mucha confianza en nosotros mismos. No vamos a entrar en la negociación con miedo", aseguró el secretario de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, el canciller aclaró que los mexicanos "debemos estar preparados, porque habrá sobresaltos".
De igual manera reiteró que para el gobierno mexicano el principio más importante para las negociaciones es el de integralidad.
"Estamos dispuestos a hablar de todos los temas. Nada está acordado hasta que todo esté acordado. La relación con Estados Unidos es la más amplia y más compleja que México tiene en el mundo", explicó Videgaray.
Resaltó que, además de defender la soberanía, entre los objetivos que busca México en la negociación comercial con Estados Unidos está el que las remesas permanezcan sin alteraciones ni costos adicionales.
Reconoció que estos flujos tienen un impacto muy importante en la economía mexicana y, sobre todo, que tienen una dimensión social, ya que son remesas que llegan principalmente a familias de bajos ingresos provenientes de migrantes en Estados Unidos.
También aclaró que México buscará tener un modelo en el que la competitividad del país no se base en la mano de obra barata.
"El acuerdo debe permitir que ganen todos, principalmente los trabajadores en México, no podemos tener un modelo de competitividad internacional que se base en los bajos salarios", indicó.
Respecto a la seguridad, consideró necesario que Estados Unidos asuma el compromiso de atender el problema de flujos de armas y dinero estadounidense que llegan de manera ilegal a las organizaciones criminales mexicanas.