La reciente muerte de tres soldados turcos en una incursión aérea rusa en el norte de Siria pudo haber sido un accidente, como afirmaron algunos funcionarios, pero analistas creen que pudo ser un ataque deliberado para hacer una advertencia a Turquía.
"La probabilidad de que fuera un accidente es de cero por ciento", sostuvo Sait Yilmaz, analista de seguridad y política exterior.
Tras se?alar que no hubo mención de una disculpa o reparaciones en la declaración del Kremlin sobre el incidente, Yilmaz dijo a Xinhua que "esto puede ser visto como una intimidación".
El jueves por la ma?ana, tres soldados turcos murieron y 11 resultaron heridos en un ataque ruso contra la localidad de Al-Bab. Tanto Ankara como Moscú responsabilizaron del incidente a una insuficiente coordinación entre las dos partes.
Las fuerzas turcas, apoyadas por los militantes del Ejército Sirio Libre, han combatido durante meses para expulsar a los militantes del Estado Islámico (EI) de Al-Bab, una localidad a unos 30 kilómetros de la frontera turca.
"Pudo ser un accidente, pero también pudo ser intencionado", dijo a Xinhua Huseyin Bagci, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Técnica de Medio Oriente en Ankara.
Bagci considera que ambas partes podrían mentir al atribuir el ataque a una coordinación inadecuada. "El incidente muestra cuán difícil es la coordinación militar entre Turquía y Rusia", dijo.
El viernes, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, describió el accidente como un "total accidente" y citó los hallazgos preliminares.
El diario Hurriyet informó el mismo día que el edificio atacado era la sede operativa de la unidad de tanques turcos, un hecho que planteó dudas sobre si las tropas turcas fueron atacadas por accidente o de forma deliberada.
En una conversación telefónica sostenida el día del ataque con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó sus condolencias.
El viernes, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que las tropas turcas fueron atacadas debido a las malas coordenadas brindadas por el ejército turco.
Por su parte, el Estado Mayor Turco rechazó la afirmación rusa de las malas coordenadas y se?aló que las tropas turcas habían estado en el mismo lugar durante diez días.
A pesar de los desacuerdos sobre la forma en la que ocurrió el incidente, Turquía no ha armado hasta ahora un revuelo sobre el episodio.
El 24 de noviembre del a?o pasado, un a?o después que Turquía derribo un avión de combate ruso en Siria, cuatro soldados turcos murieron y nueve resultaron heridos en un ataque aéreo cerca de Al-Bab.
Moscú negó la participación de Rusia o Siria, pero los medios turcos se?alaron que un dron iraní y un caza sirio se unieron a la agresión tras partir desde un aeropuerto militar controlado por Rusia.
Los lazos turco-rusos resultaron seriamente da?ados después del incidente de 2015. Rusia impuso fuertes sanciones económicas contra Turquía y la relación empezó a mejorar hasta el verano pasado.
Desde entonces, Turquía parece estar persiguiendo una política hacia Siria más ajustada a la de Rusia y ha anunciado de manera oficial el cese de sus esfuerzos para derribar al régimen sirio.
En agosto pasado, Ankara emprendió una ofensiva en territorio sirio para expulsar al EI de la frontera turca y para evitar el surgimiento de un corredor kurdo.
Según informes, los ejércitos de Turquía y Rusia han estado compartiendo información sobre sus operaciones en Al-Bab durante más de un mes para evitar contratiempos.
A diferencia de la mayoría de los analistas, Haldun Solmazturk, líder de los debates Incek del Instituto Turco del Siglo XXI con sede en Ankara, cree que el ataque no fue intencionado, sino un accidente.
Desde el punto de vista de Bagci, la operación militar turca contra Al-Bab podría desatar una confrontación con Rusia, un firme simpatizante del gobierno sirio.
El sábado, tropas turcas y sus aliados entraron a Al-Bab y capturaron varios barrios en el centro de la localidad, cerca de las posiciones del ejército sirios.
Medios locales e internacionales informaron que las tropas sirias tuvieron un violento enfrentamiento con las fuerzas turcas y sus aliados en los alrededores de Al-Bab antes del ataque aéreo ruso.
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, se cree que el ataque aéreo ruso pudo ser en respuesta a los enfrentamientos entre las tropas sirias y turcas.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia, citado por Sputnik, el ejército ruso, apoyado por cazas rusos, recuperó el sábado la localidad de Tadif, cerca de Al-Bab.
El ataque ruso contra el cuartel de las unidades blindadas de Turquía se produjo después de este incidente. Seis rehenes fueron liberados más tarde y la aldea fue devuelta al ejército sirio.
Antes de enmendar sus lazos con Rusia, Turquía, que apoya a algunos grupos rebeldes en la guerra civil siria, había apoyado la caída del gobierno sirio.
Baris Doster, profesor de política nacional y exterior de Turquía en la Universidad Mármara de Estambul, cree que el mensaje del incidente es que Rusia no permitirá a Turquía maniobrar en Siria sin su consentimiento.
Yilmaz considera que el ataque ruso también está vinculado con las más recientes acciones de la política exterior turca que apuntan a que Ankara busca actuar conforme a Washington, su aliado en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ankara propuso a Washington un plan concreto para expulsar juntos al EI de Raqqa, considerada la capital de facto del grupo militante. El director de la CIa, Mike Pompeo, dijo que Estados Unidos considerará seriamente el plan.
Lo que más molestó a Rusia fue la propuesta turca para iniciar una operación Raqqa junto con Estados Unidos, según Yilmaz.
Además, la visita de Cavusoglu al este de Ucrania fue percibida como una muestra de apoyo para Ucrania en un momento en el que se reactivaron los enfrentamientos en esa región. La relación ruso-ucraniana se ha deteriorado por las acusaciones de Kiev de que Moscú apoya a los rebeldes en el este de Ucrania, dijo Yilmaz.