SANTIAGO, 18 ene (Xinhua) -- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, alentó a China y a los países latinoamericanos a colaborar en infraestructuras, energía y sobre todo agricultura, para potenciar su desarrollo económico.
Durante su intervención el martes en el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos, Bárcena explicó que el potencial regional de producción agrícola y alimentaria permitiría dar respuesta a las demandas del país asiático.
La alta funcionaria de la ONU, que habló en la sesión "El pivote de China hacia los mercados mundiales", dijo que "debemos expandir y diversificar nuestras relaciones económicas" e hizo referencia al documento publicado por su institución durante la visita del presidente de China, Xi Jinping, a la sede de la CEPAL en Santiago el pasado noviembre.
Según recordó, China ha delineado una estrategia de vinculación con la región basada en el comercio, las inversiones, el financiamiento y la cooperación, con seis áreas prioritarias: infraestructura, transporte, energía y recursos naturales, industria, ciencia y tecnología y agricultura.
"En este último sector, China, con 1.300 millones de habitantes y solo el 7 por ciento de la tierra cultivable y el 6 por ciento de los recursos hídricos, representa un mercado con gran potencial para América Latina", destacó Bárcena.
Recordó que desde la región, a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC), se han dado pasos para construir una relación comercial estratégica con China.
El comercio entre la región y China, resaltó, se multiplicó 23 veces entre 2000 y 2013, aunque posteriormente registró dos a?os consecutivos de caídas.
A pesar de ello, el gigante asiático desplazó en 2014 a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región, solo superado por Estados Unidos. Sin embargo, la canasta exportadora se concentra en cinco productos que representaron en conjunto el 69 por ciento del valor de los envíos de la región al país asiático en 2015.
En cuanto a inversiones, Bárcena subrayó el salto cuantitativo que el país asiático experimentó en 2010, cuando solo en ese a?o la inversión extranjera directa (IED) china estimada en América Latina y el Caribe ascendió a 14.000 millones de dólares, el doble de lo acumulado en las dos décadas previas (1990-2009).
Puso como ejemplo que, en Ecuador, esos flujos están destinados a empresas de desarrollo tecnológico, mientras que en otros países, como Perú y Chile, están más vinculados a las industrias extractivas.