El aumento del precio aplicado desde el 1 de enero a la gasolina y diésel en México ha provocado el descontento de la población, un malestar que se ha plasmado en una serie de movilizaciones en algunos puntos del país.
Las autoridades, por su parte, aseguran que el encarecimiento generará competencia y sostienen que tendrá un menor impacto en los sectores menos favorecidos.
Este lunes diversas organizaciones sociales encabezaron bloqueos en algunas carreteras y casetas de peaje en varios estados mexicanos, como los norte?os de Chihuahua, Nuevo León y Coahuila; los centrales de Puebla, Querétaro, Ciudad de México e Hidalgo, así como en Guerrero o Veracruz.
Los sectores campesino, obrero y del transporte ya han avanzado que se sumarán a esta protesta en las siguientes semanas.
Además, legisladores de la oposición y de la izquierda, así como algunos gobernadores, han rechazado el aumento del precio y han solicitado a las autoridades federales revisar esta situación por considerar que afecta a la población general.
Los precios máximos de las gasolinas aumentaron entre un 14,2 por ciento y un 20 por ciento desde ayer domingo con respecto a diciembre, lo que algunos expertos juzgan positivo para los consumidores y los contribuyentes en el mediano plazo.
Para el grupo financiero BBVA Bancomer, el aumento previsto de la inflación es un choque de oferta que no debiera implicar efectos secundarios en el proceso de formación de precios, al tiempo que confió en que el Banco de México (Banxico) seguirá actuando preventivamente para evitar un desanclaje de las expectativas de inflación y posibles efectos de segundo orden.
No obstante, esta institución prevé que la inflación rebasará el 4 por ciento a partir de enero y no regresará al rango objetivo, el 3 por ciento, hasta 2018.
El Laboratorio de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que el aumento de las gasolinas impactará en el salario mínimo, que este lunes se situó en 80,04 pesos diarios (casi unos 4 dólares estadounidenses).
De acuerdo con un documento presentado este lunes por el LACEN, también repercutirá en el precio de la canasta básica urbana. "La gasolina es el producto con más peso en la canasta básica, por lo que su mayor cotización repercute en la inflación".
El profesor e investigador de la UNAM Ignacio Martínez Cortés explica que algunos servicios y productos sensibles al precio del combustible son el transporte colectivo, la carne de res, la tortilla, la leche y el arroz. Los costos de producción de los lácteos se estima que aumenten entre un 8 y un 10 por ciento, es decir, entre 40 y 60 centavos por litro.
De acuerdo con la Secretaría (ministerio) de Hacienda de México, los nuevos precios de la gasolina y diésel dependen de tres componentes: los precios de referencia internacional; los costos de transporte, internación, flete y distribución de la petrolera estatal Pemex; y otros conceptos como los impuestos, que se mantienen, y el margen comercial para las estaciones de servicio.
Se espera que hasta el 3 de febrero el precio por litro de la gasolina Magna será de 15,99 pesos (unos 77 centavos de dólar), equivalente a un incremento de 14,2 por ciento, mientras que el precio de la gasolina Premium escalará un 20,1 por ciento, hasta 17,79 pesos (86 centavos de dólar). El precio del diésel subirá un 16,5 por ciento, hasta 17,05 pesos (82 centavos de dólar).
Martínez Cortés comentó que el erario público obtendrá más recursos por el cobro de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a estos combustibles.
De acuerdo con información de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) del 2017, el Gobierno federal tendrá una recaudación total de 284.432 millones de pesos (unos 13.720 millones de dólares), un 36 por ciento mayor a lo que se estimó en la LIF de 2016, es decir, 75.046 millones de pesos adicionales (unos 3.620 millones de dólares).